EL BOLCHEVISMO DE MOISÉS A LENIN - DITRICH ECKART EL BOLCHEVISMO DE MOISÉS A LENIN - DITRICH ECKART | Page 24

« Paz, sí »-replicó Hitler « en lo que hace a un enemigo tan preclaro, tan declarado, un enemigo que desde mi punto de vista tiene un ensañamiento sin parangón, si bien también se le puede amar, lo menos que se puede hacer es tener cuidado con él, y el propio Cristo también se ha expresado en tal sentido; pero a Cristo ni se le pasó por la cabeza el que haya que tolerar a unos depredadores puros y simples, a personas a las que ningún amor del mundo podría hacerles retraerse de emponzoñarnos en cuerpo y alma, de su cerrazón de corazón. El propio Cristo no actuó de esa manera. Bien al contrario, siguió dándoles de bandazos lo más duramente que pudo; y en lo que le espeta a esa mafia a la cara, sacándola completamente de sus casillas, se respira la intransigencia personificada. ¡ Vaya fundador de religiones sería aquel en el que se pudiera rastrear la más mínima inconsecuencia entre sus acciones y sus doctrinas! Vamos, ello sería un absurdo. A este tenor, ¿ por qué nunca se han amoldado a esto los devotos? Ellos menos que nadie. Persiguen incluso a los más honestos de entre sus adversarios hasta la última gota de sangre; bien mirado, sólo a éstos. Pero ante el más taimado hatajo de estafadores organizados todo lo que hacen es la vista gorda. El Partido Popular bávaro sabe exactamente que defendemos de buena fe, sin la menor reticencia, los fundamentos cristianos de nuestra nación; pero sabe también igualmente que, mientras no cambien las cosas en su seno, bien contadas van a ser las ocasiones, por no decir absolutamente ninguna, en las que vamos a hacer buenas migas; así que prefiere relacionarse con los judíos, ya que alberga la esperanza de poder mantenerse en el poder con su apoyo. Menudo pasmo se va a llevar. El judío lo utilizará, inundándolo de untuosa solicitud, hasta que tenga la sartén por el mango, momento en el que, tras una senda sembrada de escorpiones, lo pondrá en manos del verdugo ».
« Así será indefectiblemente » – asentí; « a nuestra vera no tendrían que pasar por esa horrible experiencia. No somos unos asesinos, por lo menos no lo somos de nuestra propia carne y sangre. Por lo que a nosotros respecta, estos buenos señores hasta podrían volver a constituir el gobierno una vez que hubiéramos sacado el estiércol de la pocilga y hubieran visto ya cuánta razón llevábamos. No perdemos la cabeza por el gobernar en sí. A lo que aspiramos empero es a una auténtica comunidad nacional alemana, a una verdadera cristiandad, aspiramos al orden y a la disciplina, y aspiramos a realizarlos de una manera tan férrea, que ni nuestros hijos, ni los hijos de nuestros hijos, puedan trastocarlos nunca ».
« Estiman que ello es imposible » – dijo Hitler, « y debido a ello toman nuestro programa por mera fraseología, por la misma fraseología con la que ellos, a sabiendas, salen a mercachiflear en plan ambulante. En cambio, no sólo es posible, sino que es incluso de una precisión matemática; aún cuando no pueda realizarse de hoy a mañana. Lo único que hay que hacer es sentar las bases iniciales. Aún no ha habido nunca, en ninguna parte, un auténtico Estado de carácter social. Siempre y por doquier, la capa privilegiada obedeció mucho más al principio de“ lo que es tuyo es mío” que al de“ lo que es mío es tuyo”. Esos sabelotodo saben que el hecho de que las capas modestas, llevadas de la ira, incurran en el presente en errores semejantes, es culpa suya. El judío saca partido de ambos. Los unos materializaron sus negocios, los otros los organizan. Por ello nos revolvemos contra ambos. Bajo nuestra égida, la autoinmolación hallaría su final, lo mismo que la esclavitud. Esto es una ideología( Weltanschauung) aria, cristiana. En la que un espíritu lógico
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