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o que nuestros hijos, nietos, sobrinos, nuca sabrán. Por eso es tan importante la fotografía, juega un papel muy importante al momento de contar una historia y nos permite narrarla aveces sin necesidad de usar las palabras. Aquella frase que dice“ Una imagen vale más que mil palabras” significa que con la sola imagen estamos contando más de lo que creemos o que podemos contar, cuenta algo que sucedio sin error alguno, las fotos no mienten, al contrario de las personas. Sin querer extender demasiado, les recomiendo, vayan al campo, tomen muchas fotos, con la familia, con los amigos, con desconocidos, pero tomen fotos, esa es su historia, es así como le contaran su historia a quienes no estuvieron alli, es asi como recordaran de aquellos momentos que tanto disfrutaro y que nunca volveran, asi recordaran como era la casa de sus abuelos, como fue su primera bicicleta y su primera caida, su primer dia de clases, su ultimo dia de clases, por que bien sabemos que la mayoria de nuestros padres gastaron bastante dinero tomandonos fotos de pequeños, ellos quisieron documentar esos primeros pasos en nuestra infancia hacia nuestra adultez para que pudiesemos vernos a nosotros mismos en retrospectiva y recordasemos aquellos momentos que de pequeños nos hicieron felices, nos hicieron gozar, reir, llorar, soñar. ese pequeño gesto me abrió los ojos a que la educación no se hace solo en el aula o con los libros, se logra a partir de la experiencia, y esta experiencia con estos niños no pudo haber sido mejor. Nos abrieron más de una puerta, nos dieron paso a cientos de nuevas perspectivas sobre la vida y la enseñanza, y nosotros documentamos todo esto en fotografías, de sus rostros. Una historia completa puede no contarse fácilmente solo a partir de una imagen, pero si la imagen es lo sufi-cientemente poderosa puede transmitir mucho más que una pequeña historia, nos puede hasta contar vidas y sueños. La fotografía es un documento histórico, es un registro de algo que ya sucedió y siempre es real, porque la foto capta solo lo real, por eso muchos no creemos nada hasta no ver una prueba en fotos, hasta poder corroborar con una imagen que algo es cierto, y es precisamente por esta condición de registro que la fotografía nunca debe dejarse a un lado. Imagínese usted que de un momento a otro se dejasen de tomar fotografías, ¿ dónde quedarían las memorias? no existirían registros de nada, poco a poco olvidaríamos nuestra historia, nuestro legado se perdería por completo, no podemos permitir que se pierdan esas fotos de nuestras familias de hace 30 años, esos cumpleaños vergonzo-sos, esas cenas familiares, esos quinces de tu prima que tanto detestas o amas, el día que tu madre cumplió 40 años o el que tu padre te dio la primera cerveza, esos momentos parecen tontos y carentes de sentido, pero son esos registros historias particulares, esas historias que tal vez en 15 años no recordaremos,