El Bastón De Chaplin Jun. 2013 | Page 14

El día sábado 16 de febrero, salí con mis compañeros del grupo de Periodismo Investigativo y Educativo al sector de piedras marcadas, una zona protegida en los municipios de Pereira, Dosquebradas y Santa Rosa de Cabal. La caminata empieza en la cuenca media del rio Otún, en el sector de San José. Ya se empezaba a notar el verde de las montañas y un poco el silencio y la paz que ofrece la zona rural. Empezamos a subir por una carretera destapada, con un sol aguantable – el día anterior el pronóstico era lluvia- pero íbamos con las ganas y la buena energía de conocer un patrimonio que nos dejaron nuestros antepasados, los Quimbayas liderados por el cacique Cuturrumbí, quienes fueron los primeros en avitar este bello patrimonio de la humanidad. En la primera parada, nos dio una pequeña charla el joven Omar Andrés Barreto, miembro de la Organización Ambiental Chinampa, quien nos habló del proyecto UPME-02-2009 de la Empresa de Energía de Bogotá( EEB). Es un proyecto energético que busca trazar una línea de 83 torres, una longitud de 38 Km, un voltaje de 230 Kv, 2 circuitos y una servidumbre de 32 m, que pasa por los municipios de Circasia y Filandia, en el departamento del Quindío y Santa Rosa de Cabal, Dosquebradas y Pereira en el departamento de Risaralda.
Siguiendo el camino nos encontramos con muchos nacimientos de agua, que brotan de la montaña y otros que caen desde distintos metros de altura, como la cascada de Yuruparí en el sector La Marcada, de estos nacimientos de agua que se encuentran en el área protegida se benefician más de 5.000 familias, algunos habitantes del sector como Melba Pérez, nos dice“ el agua de por aquí es tan pura, que nosotros la tomamos sin hervir”. Ya cansados después de 2 horas de camino y al medio día, cuando el sol se encuentra en el punto más alto, llegamos a la zona donde un día estuvieron nuestros antepasados haciendo rituales y estudiando los astros, el lugar es silencioso, se respira un aire de tranquilidad, se escucha el cantar de los pájaros y el rose del viento con las hojas de los árboles y guaduales- los últimos abundan en la zona-, el paisaje se ve contamino por parte de algunos que quisieron dejar su huella o tan solo por sabotear el nombre del lugar con algunas pintas en las rocas, pero en un lugar donde se unen los ríos San José y Otún, están las piedras talladas por los Quimbayas que pese a los años, los fenómenos naturales y la mano del hombre siguen allí, para que las conozcamos y mostremos con orgullo a los forasteros de esta tierra.
Fotografía Daniel Tabares

26 27