catálogo. Insisto: será una gran oportunidad
para diferentes segmentos
del mercado que hasta el momento
no cuentan con una oferta de productos
de esa naturaleza”, explica Montes-Amaya.
Entre los factores que harán atractiva
a América Latina como región
para traer productos adaptados a las
necesidades de sus ciudadanos resalta
la digitalización en la operación de
muchas empresas y las múltiples preocupaciones
que existen debido a los
estallidos sociales, como el acaecido
en Chile durante el último trimestre
de 2019.
“A raíz de la COVID-19, vamos
a ver mayor demanda de productos
asociados a la ciberseguridad. Eso se
debe a que las empresas se han digitalizado
y requieren mayor protección
para ese modelo de negocios. Ahí ya
empiezan a surgir oportunidades que
debemos aprovechar como industria.
En lo que se refiere a los problemas
sociales, hemos visto cómo ha aumentado
el atractivo por coberturas para
mitigar los daños que provoca la violencia
política. Muchos creen que, si
sucedió en Chile, bien podría pasar
en cualquier otro país de la región”,
sostiene el especialista.
SEGUNDO SEMESTRE:
TODOS A LA EXPECTATIVA
Adentrado ya en la conversación,
Montes-Amaya analiza el desempeño
que podría registrar el sector asegurador
durante el segundo semestre del
2020. Al respecto, menciona que el
parón económico en América Latina
debido a los estragos de la COVID-19
será un factor crítico al cual los diversos
competidores tendrán que hacer
frente, principalmente porque afectará
al deteriorado bolsillo del consumidor.
“No es un secreto para nadie que el
frenazo de las economías va a reducir
el poder adquisitivo de nuestros
clientes. Somos conscientes de que las
pérdidas económicas y asegurables
que está dejando la propagación de la
COVID-19 son importantes. Aún es
muy pronto para decir exactamente
de cuánto serán. Para el tercer trimestre
del 2020 tendremos un panorama
más claro sobre los golpes de
la pandemia en nuestros pueblos, y
seguramente ya muchas de las economías
de la región se habrán puesto
en marcha, lo cual nos beneficiará a
todos”, precisa el President-Specialty
Lines de Hiscox MGA.
A modo de corolario, Montes-Amaya
hace especial mención de la “nueva
normalidad” y de las actividades
sociales a las que está acostumbrada
la industria aseguradora. Pronostica
que la actividad cotidiana de la industria
no será similar a la que existía
antes de que emergiera la pandemia
de COVID-19; sin embargo, agrega,
el afecto, la cordialidad y la constante
interacción entre grupos de trabajo
continuará marcando el ritmo de la
operación del seguro.
“Al ser humano lo que más le incomoda
es la incertidumbre, y el hecho
de que no exista un tratamiento para
combatir la COVID-19 es lo que más
infunde miedo en la gente para socializar.
Ésta no será la primera ni la
última vez que la humanidad se enfrente
a una situación de esta magnitud;
no obstante, debemos verla como
una curva de aprendizaje para lidiar
con el virus. Próximamente estaremos
socializando con todas las medidas
de prevención, porque nuestro estado
natural como seres humanos está
completamente ligado a la interacción
personal”, cierra Montes-Amaya.
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