El Asegurador MAGAZINE Julio, 2020. | Page 30

consiste en conservar a sus asegurados y vender coberturas a una nueva masa de clientes. El nombre del nuevo juego en seguros es conservar. La marcada contracción que sufrirá el Producto Interno Bruto de América Latina obliga a la industria a edificar sus estrategias con base en este factor; sin embargo, las instituciones no deben perder de vista que la mejor metodología para generar fidelidad en los asegurados es la calidad en el servicio que se les brinde. EAM: El reaseguro siempre ha sido un aliado de negocios de las instituciones de seguros, ya que brinda una perspectiva muy amplia y global, sin perder de vista que ofrece una fortaleza financiera muy sólida para los competidores. En tal sentido, ¿cómo puede ayudar este actor al sector seguros a avanzar con rapidez y determinación frente al enrarecido clima que actualmente acusa la economía y los negocios? LEB: Los reaseguradores tradicionales seguirán teniendo una concentración predominante, puesto que, en momentos de recesión y volatilidad financiera, como los que vienen, las instituciones lo que menos desean es inyectarles incertidumbre a sus coberturas, contratos y negocios facultativos. En este contexto, las aseguradoras elegirán a reaseguradores que tradicionalmente han mostrado músculo cuando se los ha necesitado. Transitamos una coyuntura muy exigente desde el punto de vista de la rentabilidad en la que posiblemente hasta los competidores más fuertes podrían necesitar apoyo en materia de solvencia, recursos y hasta asesoría. Los aseguradores no deben obviar que será más fácil, por ejemplo, implementar plataformas digitales de suscripción si cuentan con el apoyo de un buen reasegurador, que seguramente podría tener una experiencia más amplia y mucha habilidad debido a su presencia en mercados mucho más desarrollados que los de América Latina. EAM: ¿Cómo podría ayudar Fides a que la brecha de aseguramiento se reduzca en una región tan desigual como América Latina, de tal suerte que la sociedad aumente su nivel de educación financiera y por ello sea mucho más resiliente? LEB: Se debe continuar con las campañas educativas que incentiven la inclusión financiera. Se trata, en suma, de la única vía posible para reducir la brecha de aseguramiento en la región; por lo tanto, tiene que ser una estrategia integral de los países que apunte a promover el uso del seguro en todas las capas poblacionales, sin distinción. Recordemos que iniciativas como los microseguros no rindieron frutos en ninguno de los mercados de Latinoamérica; entonces habría que desechar esta práctica y más bien hacer énfasis en las coberturas inclusivas. Ante ello, la bancaseguros puede ser un gran habilitador para que se dinamicen este tipo de instrumentos. En conclusión, y como resultado de la irrupción de la COVID-19, la población en América Latina asumió la educación financiera y la bancarización de forma básicamente obligada; sin embargo, es un fenómeno que se ha cristalizado a una velocidad que difícilmente se habría conseguido sin la irrupción del evento pandémico, por lo que este cambio repentino y tan favorable podría ser un elemento que ayude al seguro a mejorar su posición de una forma más dinámica, porque la sociedad está más abierta a probar y consumir nuevas cosas, sobre todo aquellas que le permitan estabilizarse desde el punto de vista patrimonial. 28 EL ASEGURADOR® MAGAZINE