El Asegurador MAGAZINE Julio, 2020. | Page 27

El Asegurador Magazine (EAM): Considerando los efectos que está generando la pandemia de COVID-19 en las esferas de la economía, los negocios y la sociedad en general, ¿cómo evaluaría la reacción que ha mostrado el sector asegurador regional ante dicho fenómeno sanitario? Luis Enrique Bandera (LEB): Por primera vez en la historia de América Latina, de Estados Unidos y España, se vive una situación que básicamente es similar para todos, por lo que los desafíos para los diversos mercados de seguros son parecidos, y todo como consecuencia de la COVID-19. En tal sentido, el primer escollo con el que se enfrentó la industria consistió en incluir en las pólizas de Gastos Médicos la cobertura de pandemia. Frente a ese ámbito, los reaseguradores desempeñaron un rol preponderante, ya que contaban con los protocolos para actuar mediante planes de continuidad que les permitieran a las aseguradoras asumir el riesgo asociado a la diseminación del SARS- CoV-2. Conseguir que la COVID-19 pudiera quedar cubierta en todos los mercados de la región fue sin lugar a dudas una acción que demostró que el sector seguros, desde su trinchera, contribuye a generar acciones que protegen la salud de la población y ayuda a minimizar el efecto negativo que en la economía puede generar un evento sanitario de considerables proporciones. Ahora bien, un factor que sí nos ha generado preocupación radica en el hecho de que los países de América Latina, e incluso Estados Unidos, están hoy en día bajo el mandato de gobiernos populistas. Esta incuestionable realidad ha inyectado cierta distorsión a la forma en que cada nación ha reaccionado ante la pandemia de COVID-19. Por suerte, las intenciones de muchos de estos gobernantes han quedado a la deriva y no se han cristalizado; no obstante, sí nos hemos topado con propuestas realmente populistas de muchas cámaras legislativas que han tratado de capitalizar vilmente la tragedia sanitaria que se vivió a causa de la COVID-19. Afortunadamente, en la mayoría de los mercados ha prevalecido la conciencia de que el sector asegurador, un jugador predominante del sistema financiero, tiene una función fundamental que ayuda a que se complete el círculo virtuoso de la economía, por lo que ningunearlo o ponerle trabas básicamente se traduce en una medida que frena deliberadamente el crecimiento de cualquier nación. EAM: ¿Existe alguna preocupación específica que los agremiados de Fides vislumbren y que pudiera poner en riesgo la operación del sector seguros en la región de América Latina? LEB: Es incuestionable que desde el Río Bravo, en México, hasta La Patagonia, en Argentina, existe un peligro inminente de que se tomen decisiones políticas que no consideren la operación técnica de la industria, que hagan a un lado la seguridad jurídica y que vayan en detrimento de los intereses reales de la gran mayoría de los actores del sector. A pesar de lo anterior, el seguro históricamente ha demostrado el beneficio social que otorga, sobre todo cuando se opera en el marco del profesionalismo y el estado de derecho, tal como sucede en la mayoría de los mercados de América Latina. El sector asegurador se enfrenta al reto de no ver disminuida su penetración en América Latina, ni siquiera en medio de fenómenos como la recesión económica en marcha. En ese sentido, Fides cree que la coyuntura no debe paralizar a las instituciones y en cambio debe orillarlas a brindar un servicio sobresaliente para completar la misión en el nuevo nivel del juego: la conservación de la cartera NÚMERO 2 - JULIO-SEPTIEMBRE 2020 25