L
a crisis económica que originó la COVID-19 probablemente castigará a la
industria aseguradora de América Latina como consecuencia de los modestos
niveles de penetración en algunos rincones de la región.
La coyuntura evidentemente será un desafío para las instituciones de seguros,
organizaciones que incluso antes de la recesión financiera y la inesperada
irrupción del SARS-CoV-2 ya enfrentaban misiones complejas, como modificar su
tradicional propuesta de valor, romper paradigmas organizacionales, apostar por la
incierta innovación y sortear la cada vez más exigente regulación, en términos de
solvencia.
Luis Enrique Bandera, presidente de la Federación Interamericana de Empresas de
Seguros (Fides), afirma que la “nueva normalidad” que provocó la COVID-19 sacudió
la tradicional operación de la industria; sin embargo, señala que un cambio tan drástico
como el que generó la emergencia sanitaria ayudará a las instituciones a desarrollar
un nuevo carácter que les permitirá acelerar su digitalización y, más importante aún,
incrementar sus niveles de servicios.
Bandera no oculta que las aseguradoras no sólo se enfrentan en la actualidad a
un decremento del Producto Interno Bruto de América Latina, sino que también
deberán lidiar con el fantasma del populismo que actualmente marca el destino y
las decisiones políticas de los países que conforman esta convulsa región.
El Asegurador Magazine charló en exclusiva con Bandera, quien ofrece un panorama
muy detallado de cómo las capas poblacionales buscan adaptarse a las nuevas
perspectivas, mientras las economías intentan reactivarse mediante impulsos al
comercio y a la interacción social, dos esferas de la vida de las naciones que confirman
que el contacto entre seres humanos sigue siendo indispensable para existir.
El presidente de Fides apunta que, a pesar de los aprietos, la clave para que el
seguro se adapte al nuevo entorno consiste en comprender y aceptar el transformado
contexto social, político y de consumo, de tal manera que las compañías logren
brindar un servicio diferenciado que les permita sobresalir en el nuevo escenario
del comercio mundial, que tendrá como eje medular la conservación de clientes.
LUIS ENRIQUE BANDERA:
La industria de seguros de América Latina vive un
momento difícil por la pandemia de COVID-19 y debido
al decrecimiento económico que acusa la región
de forma generalizada; empero, dicha coyuntura es
el factor que permitirá que en el futuro el sector sea
mucho más ágil y eficaz, con el objetivo de que se
le brinden soluciones inmediatas al cliente, tal como
demanda la sociedad en estos tiempos.
No se puede olvidar asimismo que es difícil encontrar
un instrumento financiero que otorgue un beneficio
social tan palpable y contundente como el que
genera el seguro.
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EL ASEGURADOR® MAGAZINE