El Asegurador MAGAZINE Julio, 2020. | Page 17

miembros de dichas instituciones, ya que, más allá de superar la actual adversidad producida por la COVID-19, la gestión integral de riesgos es una prioridad. “El primer paso que deben dar todos los miembros del amplio armazón del sector asegurador para sortear con éxito la crisis que generó la COVID-19 consiste en entender que tienen que contar con una serie de protocolos y mecanismos que les permitan abrazar la continuidad de negocio como una nueva visión empresarial, visto que los riesgos emergentes, como las pandemias, dejaron de ser una posibilidad lejana y se convirtieron en una realidad. En concreto, es trascendental que la administración integral de riesgos forme parte del DNA de las organizaciones, sin importar su tamaño o actividad comercial”, explica el director general de RISK México. Y es que la administración integral de riesgos ha sido durante años un concepto que desde el seno de las compañías de seguros se ha tratado de impulsar y promover en todas las esferas de la sociedad; no obstante, la propagación del SARS- CoV-2 rompió el dinamismo, para muchos de por sí ya lento, que se le empezaba a imprimir a la difusión de dicha estrategia de protección. Así, la pandemia produjo que esta metodología se convirtiera en el prólogo obligatorio para que gobiernos, empresas y personas se suban con éxito al tren denominado la nueva normalidad. “Es una obligación contar con planes de continuidad de negocio que tengan como eje medular la gestión de riesgos. No hacerlo colocaría a cualquier organización en una posición vulnerable, sobre todo porque la COVID-19 reveló que las amenazas emergentes llegaron para quedarse y, peor aún, antes de lo estimado; entonces realmente debemos trabajar para que desde la trinchera del sector asegurador se pueda conseguir que la cultura preventiva permee toda la sociedad, ya que no debemos olvidar que la pandemia aún golpea severamente algunos rincones de América Latina. Por ello, no contar con los protocolos necesarios para mitigar sus efectos generaría un daño económico y social mucho mayor del que se había pronosticado”, sostiene Escalera Alcázar. companies, since, besides overcoming the current adversity caused by COVID-19, comprehensive risk management is a priority. “The first step to be undertaken by all members of the broad framework of the insurance industry to successfully overcome the crisis that COVID-19 caused is to understand that they must have a series of protocols and mechanisms allowing them to embrace business continuity as a new business vision, given that emerging risks such as pandemics ceased to be a distant possibility and became a reality. It is particularly essential that comprehensive risk management is part of organizations’ DNA, regardless of their size or business activity,” said the CEO of RISK Mexico. For years, the comprehensive risk management has been a concept that insurance companies have tried to encourage and promote in every sphere of society; however, the spread of SARS-CoV-2 stopped the momentum, for many already slow, which was beginning to prompt the spread of such protection strategy. Thus, the pandemic caused this methodology to become the obligatory prologue for governments, companies, and individuals to successfully board the new normal ship. “It is mandatory to have business continuity plans with risk management as the backbone. Failure to do so would place any organization in a vulnerable position, especially since COVID-19 revealed that emerging threats are here to stay and, worse, their appearance was earlier than expected. Therefore, we must work hard so that, from the trenches of the insurance sector, the prevention culture permeates the entire society, keeping in mind that the pandemic still affects some corners of Latin America. Consequently, failing to have the necessary protocols to mitigate its effects would generate a much greater economic and social damage than the one predicted,” says Escalera Alcázar. NÚMERO 2 - JULIO-SEPTIEMBRE 2020 15