Ciudad de México / Agosto 31, 2020. 21
En casa del herrero…
¿Y tú qué seguros tienes?
#Ventas
AGENTES DESDE CERO
Wendy Conchello
@ConchelloWendy
Imagínate que quieres bajar de peso.
¿Elegirías la asesoría de un nutriólogo
con un sobrepeso de 20 kilos?
Muy probablemente no. Eso carece de
sentido. Consciente o inconscientemente,
la decisión que tomarías sería buscar
otro especialista más congruente, alguien
que te generara de manera inmediata
confianza y credibilidad. ¿O no?
Lo mismo pasa en muchos negocios.
El seguro es uno de ellos: por sentido
común, aquella persona que te asesore
y promueva la adquisición de este tipo
de protección debe conocer el sector y
demostrar con hechos que es un experto
en la materia; y, aunque no te des cuenta,
buscarás la forma de evaluar si efectivamente
hace lo que predica.
Son muchos los factores que influyen
en la venta de un producto o servicio. En
nuestro caso, sabemos perfectamente
que es muy importante la reputación de
las compañías que representamos, el dominio
de los productos, la imagen personal
y la prudente aplicación de ciertas
técnicas de venta, entre otras circunstancias.
Sin embargo, algo de lo que se habla
poco es la congruencia, el hecho de
transmitirles a los clientes que nuestra
creencia en lo que vendemos es tan
fuerte que cada determinado tiempo
nos aplicamos nuestro análisis de necesidades
para monitorear cambios, calcular
la protección que necesitamos y
determinar con más exactitud nuestros
riesgos. En otras palabras, la coherencia
entre lo que fomentamos y lo que realmente
ponemos en práctica en nuestra
vida cotidiana. ¿Realmente todos tenemos
finanzas personales sanas y los seguros
que necesitamos para protegernos
a nosotros y a nuestra familia?
La respuesta es simple. Por supuesto
que no, no todos. Finalmente, somos
personas normales, con la misma cultura
del país en que nacimos, con ciertas
virtudes y carencias. Sin embargo, considero
que es sumamente importante
que, si te dedicas a este sector, enseñes
con el ejemplo, trabajes conscientemente
en mejorar tus finanzas e inviertas en
tus seguros personales.
Por supuesto que para muchos de nosotros,
como he mencionado en algún
otro artículo, iniciar en este sector ha
implicado darle un giro radical a nuestra
trayectoria profesional; empezar a apostarle
todo a un negocio del que no conocíamos
absolutamente nada, y quizá
tomando algunos riesgos importantes.
Pero sabemos muy bien que la vida y los
negocios son así y que eso no está mal;
al contrario. De hecho, yo no conozco
a nadie que haya logrado grandes cosas
sin haber tomado algunos riesgos.
Lo que no está bien es que no avances,
es decir, que tus finanzas personales sigan
siendo un desorden total, igual que
cuando empezaste; o que sigas poniendo
el mismo pretexto para no comprar
tu seguro de Vida o de Gastos Médicos
Mayores. Sabemos bien que hay muchas
opciones y que podemos buscar
la compañía y las características que se
ajusten perfectamente a lo que podemos
destinar a ese rubro. Recuerda que a veces
sucede que las cosas no son caras;
simplemente es que aún no te alcanza.
Es solo cuestión de trabajo, dedicación y
decisión que te puedas comprar tus seguros;
y no cualquier clase de seguros,
sino los mejores.
Seguramente te ha pasado que un
cliente te pregunta: “¿Y usted qué seguros
tiene?”. O quizá: “¿Y usted ya tiene
esto que me está ofreciendo?”. Por supuesto
que eso le da seguridad. Recuerda
que nadie quiere bajar de peso con la
ayuda de un nutriólogo obeso.
Yo les he escuchado a varios colegas
frases como: “¡Imagínate!: no pagó la póliza
el cliente porque se conforma con
tener su seguro social”. O como esto:
“No puedo creer que el cliente tenga tres
hijos y no le importe carecer de un seguro
de Vida”. O algo como: “Se conforma
con el seguro que le dan en su oficina
y se siente muy protegido...”. O también:
“Canceló el seguro porque no tenía dinero”.
¿Te suenan familiares estos dichos?
¿Te has puesto a pensar en cómo afectaría
a la confianza de tus clientes el hecho
de saber que toda la asesoría que das
no la aplicas en tu propia familia y que,
si te ocurriera algún accidente mayor, no
tendrías forma de enfrentarlo financieramente;
o que, si falleces tú o tu pareja,
tus hijos sufrirían un cambio en el estilo
de vida por la falta de un seguro?
Claro que el punto que interesa aquí
no es lo que tus clientes piensen como
tal, sino la invitación a que reflexiones
sobre tu protección y sobre la congruencia
entre tus actos y palabras. La
respuesta a qué debes hacer te sonará
familiar:
1
2
3
4
Lleva tus finanzas personales como
un experto. Debes saber por lo
menos: cuánto vendiste, cuánto
ganaste y cuánto gastaste cada mes.
Debes comparar estos números con
los de años anteriores y evaluar tu
avance.
Aplica tu análisis de necesidades y
evalúa tus riesgos.
Prioriza: ¿qué es lo primero en lo que
debes actuar?
En serio, compra tus seguros. Sé un
buen cliente de tu propia cartera; un
cliente leal, que paga a tiempo y va mejorando
paulatinamente; y un agente
congruente que realmente cree en los
seguros y los ama.
#DesarrolloHumano
Espiritualidad Nissim Mansur T.
[email protected]
Felicita cordialmente a la
Es el espíritu parte integral del ser
humano.
Con él nace el ser y con él se
desarrolla a lo largo de su existencia.
Es el espíritu fuerte y poderoso, o
frágil y quebradizo.
Cuando los años han pasado, en él
habita el buen juicio y la sana realidad.
Se ha desarrollado la experiencia.
La humildad se manifiesta en el
sencillo y amable trato con sus semejantes.
La fe en Dios es resultado de su
esencia.
Reconocer que soy mortal: mi espíritu
me lo dice y me lo advierte.
Y al final de mi camino solo me
queda la esperanza,
esa esperanza que en un susurro me
dice que todo estará bien…
Por su 80 aniversario
A su director general, Recaredo Arias
Jiménez, y a su actual presidenta,
Sofía Belmar Berumen, quienes con
su filosofía y servicio han liderado y
llevado a este organismo gremial a
desempeñar una destacada posición
en el sector asegurador mexicano.
Agosto, 2020