Adolescencia: etapa vulnerable
El principal motivador del abuso de alcohol durante la secundaria es la convivencia frecuente con consumidores habituales. En esa etapa se inicia el proceso para convertirse en futuros adictos, porque es cuando el niño enfrenta cambios cruciales en su vida. La presión social sobre los jóvenes es muy fuerte y enfrentan situaciones que pueden afectar seriamente su autoestima. Esto provoca en ellos tensión, angustia y en muchas ocasiones frustración, que detonada por el alcohol puede manifestarse de modos muy destructivos. Cualquier posición que los padres adopten sobre el tema del alcohol con sus hijos debe mantenerse firme. Los límites son indispensables porque acotan los parámetros dentro de los que se pueden desarrollar y divertir los jóvenes.
Conviene hablar con los hijos sobre las consecuencias del consumo del alcohol a edades tempranas, así como del abuso del mismo a cualquier edad, a fin de que puedan evitarlas:
-Perder el autocontrol.
-Volverse violentos.
-Olvidar lo que sucede, perder la consciencia.
-Causar accidentes de tránsito.
-Poner en riesgo su salud e integridad física y moral.
-Faltar a clases o bajar su rendimiento académico.
-Tener problemas con la ley.
-Embarazos no deseados y enfermedades venéreas.
-Volverse adictos.
-En suma, hacer cosas de las que se arrepentirán más tarde.