¿Escasez de agua o de planificación?
Edgar González C QUÍMICA
La Nación, 26 febrero, 2019
Decía Constantino Láscaris, allá por los años 70, que en Costa Rica no había
sequía, sino época seca, en contraposición con su España natal, donde la sequía
se prolongaba todo el año, e incluso por varios años. Al igual que los anteriores,
enfrentamos un verano —como le llamamos comúnmente—, durante el cual,
dependiendo de las condiciones climáticas y la presencia del fenómeno El Niño
o La Niña, la recarga y tiempo de residencia del agua en las fuentes superficiales
y algunas subterráneas se verán afectadas en lapsos cortos.
No es algo nuevo; es una realidad de todos los años y la seguiremos viviendo.
Nos afecta también el cambio climático, el cual se discute desde hace muchos
años y no nos toma por sorpresa. Sin embargo, al igual que en años anteriores,
los administradores de los acueductos salen muy sorprendidos y alarmados a
los medios, en febrero, marzo y abril, a pedirnos a los ciudadanos (sus clientes
y razón de ser) ahorrar agua, no desperdiciar, usarla con racionalidad porque es
escasa. Las campañas son necesarias, mas no solo en estos meses, sino todo
el año, incluida educación sobre aparatos de bajo consumo, etc.
La solución es mucho más compleja y requiere de
un enfoque sistémico y la participación de otros actores
diferentes al simple ciudadano. El enfoque debe
contemplar la “producción” de agua y consiste en proteger
y preservar las fuentes actuales y potenciales por medio de
la gestión adecuada de las cuencas hidrográficas, contar
con estudios y proyectos necesarios para incorporar
nuevas fuentes para satisfacer la demanda creciente de
manera oportuna y también el tratamiento, potabilización
del agua, conducción, almacenamiento, distribución,
administración, cobro e inversión para garantizar el servicio
a perpetuidad con calidad y a un costo razonable.
Desorden. Recursos hídricos tenemos de sobra, pero carecemos de capacidad
para planificar y desarrollar los proyectos de infraestructura que permitan su
utilización adecuada y oportuna. Los proyectos duran 30 años en el papel y
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