#EFECTOSOTO 5ª EDICIÓN EFECTO SOTO T2017/2018 | Page 34

COLABORACIONES

34

#EFECTOSOTO

No soy la mejor persona para envolver mis ideas en las palabras adecuadas, por eso recurro a artesanos de la palabra que expresaron las mismas ideas o similares pero de manera mucho más exacta y bella. Una de las últimas que me vino a la cabeza, en la que creo profundamente tiene que ver con los frikis. Esos individuos denostados por disfrutar de una actividad socialmente infravalorada, o hacerlo de manera extrema con alguna otra bien considerada. Pues bien, yo sostengo que todos nosotros, en mayor o menor medida, somos frikis. Todos tenemos un friki oculto en el interior que disfruta de una afición de manera absolutamente descontrolada. Todos, salvo contadísimas excepciones, somos frikis o lo hemos sido en algún momento de la vida.

Evidentemente, "todos somos un poco frikis" o "todos llevamos un friki oculto en nuestro interior" no me va a llevar al Salón de la Fama de la frases célebres. Aquí entra en juego Caetano Veloso, músico y poeta brasileño y por ende capaz de transformar las ideas en belleza en forma de palabras, que antes que yo sentenció que "de cerca, nadie es normal". Con cinco simples palabras y una coma, envolvió la idea del frikismo universal en delicadeza.

Ahora que tenemos la idea y la manera de expresarla, hablemos de frikismo. Si bien sostengo que todos contenemos una dosis de extravagancia o excentricidad, a algunos cuesta reconocer ese aspecto mientras que otros lo comparten alegremente. Hoy quiero reivindicar el trabajo de uno de esos valientes que salieron del armario de las rarezas para expresar definitivamente sus pasiones. Si, pasiones, en plural, porque Carlos Marañón es un apasionado del cine y el fútbol, dos aficiones socialmente aceptadas pero que en altas dosis se transforman en frikismo, sin lugar a dudas.

FÚTBOL Y CINE

Raúl Terrón