Ningún ser humano es independiente,
pues su vida está ligada a otros
individuos que son pertenecientes a la
misma o distinta especie.
Los seres que habitan una población
viven en relación con otras especies que
comparten su ambiente, es decir, todo lo
que los rodea.
Los seres orgánicos no podrán seguir
viviendo si su entorno continúa
deteriorándose, pues ello resulta nocivo
para su salud.
El hombre puede modificar su medio y
para lograr la sobrevivencia de los seres
vivos se debe evitar la contaminación de
los suelos con plaguicidas; cuidar que los
desechos del ganado se depositen en
lugares apropiados para que no sean
focos de contaminación; impedir la
quema de basura, fomentar la
reforestación, cubrir las áreas de tierra
suelta con pastos, y en los días de campo
no dejar desperdicios en el suelo.
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