La música mejora la capacidad del
pensamiento abstracto, desde la
infancia.
Las actividades de escucha,
discriminación sonora y juegos
rítmicos ayudan a estimular el
desarrollo de la conciencia
fonológica antes de la entrada en
el colegio. Y la práctica musical
desarrolla también las
capacidades motrices como la
coordinación de gestos, la
tonicidad y la orientación
espacial.
“La música te desarrolla
muchas habilidades y los
chicos, aunque después
estudien otras cosas, tienen
un potencial que les quedó de
la música. Ayuda a la
disciplina, la creatividad, la
imaginación, que es tan
importante al resolver todo
tipo de problemas. O sea,
como desarrollo integral, la
música es fundamental”
Nelson Vinot.
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