Edición de Diciembre 2019 - Elaborado por DA | Page 3

EDITORIAL Nuestra responsabilidad como padres Nacemos para cuidar. La principal fun- ción como padres es ser responsables del cuidado de nuestros hijos. Esto significa asumir con claridad cuáles son nuestras obligaciones y derechos para lograr la reciprocidad correspondiente de parte de ellos. Esa reciprocidad implica el desa- rrollo moral del niño que va pasando por sucesivas etapas. Nuestra obligación es facilitar los elementos para que alcance el mejor desarrollo posible. ¿Cómo cuidar? Disciplina de hábitos. Comienza con el em- barazo, previniendo vicios o adicciones, tabaquismo, alcoholismo, drogas, mala alimentación, trastornos del sueño, inade- cuada relación de pareja. Luego, reconociendo desde recién nacido el llanto del bebé. No solo llora por ham- bre o incomodidad sino porque es parte de su lenguaje de comunicación. ¿Desea más atención? ¿Es más inquieto o hipe- ractivo? ¿Pretende, desde que nace, ma- nejar a padres desprevenidos o muy có- modos? Interrogantes habituales que no tienen una sola respuesta. Son deberes como autoridad parental, estar informado acerca de cuándo debe ser separado de la habitación de los pa- dres, o suspender la lactancia o el bibe- rón. Cuáles son los buenos hábitos de la alimentación y de conducta. En qué mo- mento debe socializar asistiendo al jardín y qué tipo de actividades deben ser ade- cuadas para cada edad. Cómo controlar los medios de comunicación al que están expuestos y cuánto tiempo conviene per- manecer sobre todo frente al televisor. Deberes y derechos para ser feliz Educar es disciplinar. Esto significa poner límites que permitan el autocontrol del niño. De esta manera comienza su desa- rrollo moral porque incorpora reglas de convivencia que debe respetar. Se puede aspirar, si logramos cumplir con estos objetivos, a vivir en una sociedad con libertad responsable y democrática. Como ciudadanos colaboramos a que se sientan autónomos respetando normas básicas de convivencia civilizada. ¿A qué nos conduce una educación permisiva o sin límites? Violencia intrafamiliar. Se comienza cas- tigando físicamente al niño porque se vuelve incontrolable para los padres. No olvidar que cada vez que se le pega a un niño se debe recordar el fracaso en la educación porque no se logró una disci- plina de hábitos. Cuando no se hacen bien los deberes se paga un precio. Violencia hacia la mujer en la pareja. La ma- dre es el primer objeto internalizado por el bebé. Está demostrado neurocientífica- mente que los circuitos cerebrales se con- solidan mediante la interacción del bebé con la madre. Si no hay conexión emocio- nal, el cerebro de éste puede sufrir un dé- ficit psíquico duradero. En el otro extremo, si el hijo con el llanto maneja a la madre es muy probable que nunca respete la ima- gen de mujer. Vejámenes, humillaciones, violaciones son las trágicas consecuencias que vivimos con tanta frecuencia. Educar con ternura, pero con firmeza. Violencia social. Bullying, como prepoten- cia y acoso hacia el otro que puede llegar a ser una víctima fatal. Existe placer por dañar o destruir al semejante. El afán de dominio que demuestran los que nunca tuvieron límites. Blindan su cobardía con un acto patoteril. Conflictos entre barras bravas como manifestación habitual. Violencia política. La ambición y la voraci- dad de algunos políticos tienen que ver con una infancia sin una debida puesta de lími- tes. Son los que someten y manejan el país y el mundo porque habitualmente no tie- nen sentimiento de culpa. Son los grandes dictadores o jefes o miembros de las roscas políticas, económicas o mafiosas (tengo al- guna duda que haya diferencias). Terminan siendo insaciables. Persiguen, torturan y asesinan a ciudadanos que con coraje se resisten a sus enfermizos propósitos. Eduquemos a nuestros hijos, hoy Es la mejor manera de proteger a las próxi- mas generaciones de una vida deshuma- nizada. Debo reconocer que actualmente, por miedo o apatía, estamos perdiendo la batalla contra el libertinaje, la corrupción y la indecencia. Que el año que viene sea mejor para las personas que con sentido de responsabilidad se comprometen con un futuro mejor para la humanidad. Dr. Ignacio Iramain Chilavert DIRECTOR GENERAL DEL IPN INSTITUTO PRIVADO DEL NIÑO 3