EDITORIAL
EDITORIAL
Fotos satelitales de invernaderos de flores en el Oriente Antioqueño
POR: LA DIRECTORA
L
a Revista Metroflor llega a los técnicos y pro-
fesionales del sector floricultor de la Sabana de
Bogotá, pero también a otras regiones del país
donde la actividad floricultora prospera, en
particular el Oriente Antioqueño.
Si bien la mayor parte de la producción de ornamenta-
les del país se encuentra en la Sabana de Bogotá (un 66%),
durante las últimas dos décadas el sector de las flores de
Antioquia -especialmente en municipios como Carmen de
Viboral, San Vicente, Rionegro, la Ceja, la Unión y el Re-
tiro- ha experimentado un crecimiento significativo que lo
hace sobresalir. La actividad floricultora se ha vuelto su-
mamente importante en algunos de estos municipios. En la
Ceja, por ejemplo, cuya población es de 55.000 habitantes,
entre 25.000 y 30.000 personas tienen relación directa o
indirecta con los cultivos de flores.
Por contar con abundancia de recursos naturales
(agua, terrenos adecuados y luminosidad), una impor-
tante variedad climática y mano de obra barata, el
Oriente Antioqueño es una región ideal para el quehacer
floricultor. Además, la cercanía con el aeropuerto José
María Córdova de Rionegro añade valor al proceso pro-
ductivo, pues las flores salen directamente hacia Miami,
uno de los más importantes destinos de las exportaciones
de flores colombianas.
De las casi 7.600 hectáreas que en Colombia están sem-
bradas con especies ornamentales, el 33% aproximadamen-
te – unas 2.500 hectáreas- se concentra en el Oriente An-
tioqueño, cifra que hasta hace pocos años no sobrepasaba
el 20% del área total sembrada. El crisantemo, la hortensia
y el aster son los cultivos predominantes, alcanzando una
extensión de 700 ha, 1.516 ha y 80 ha respectivamente, de
acuerdo con información del ICA. Hay también algo más
de 200 ha sembradas con otras especies como gerberas, ro-
sas, callas, girasoles, alstroemerias y follajes. La hortensia,
que es el cultivo más importante del sector de las flores en
Antioquia, y que es casi exclusivo de esa región, se exporta
principalmente a Estados Unidos y Holanda. Solo en 2018
se exportaron más de 19.000 toneladas de esta flor por un
valor de 70 millones de dolares. Otros destinos de exporta-
ción de las flores antioqueñas son Chile, Canadá, Brasil,
el Caribe, Rusia, Japón, Reino Unido, Lituania, Letonia,
Polonia y República Checa.
Son múltiples las fincas productoras de flores en la re-
gión. Abundan las fincas pequeñas (de 10 a 15 ha) y media-
nas (de 30 a 50 ha), que responden a economías familiares,
lo que hace que los costos de producción sean muy competi-
6 Revista Metroflor Edición 93 • www.metroflorcolombia.com