2 DESPERTAR DE LA MONTAÑA, La Realidad de nuestro tiempo
Los beneficios y los retos
de la educación en línea
La integración de las Tecnologías
de la Información y la Comunicación
(TIC) en la educación ha permitido
explorar métodos alternativos de
formación para incrementar el
acceso al conocimiento y al
aprendizaje a millones de niños,
jóvenes y adultos en todo el mundo.
Hoy en día, cualquier persona en
cualquier lugar del mundo con
conexión a internet tiene acceso a
una gama ilimitada de cursos,
certificados, diplomados,
licenciaturas y maestrías a un muy
bajo costo o totalmente gratuitas.
Con los avances tecnológicos,
cada vez más universidades
alrededor del mundo están
evolucionando para adaptarse a esta
realidad actual y hacer uso de las
nuevas herramientas digitales para
ampliar y diversificar su oferta
académica. En México, las
principales universidades públicas y
privadas del país se han unido a esta
tendencia y ofrecen cursos,
certificados, carreras universitarias,
diplomados y maestrías en línea que
incluyen los mismos aprendizajes y
enseñanzas que los estudios
presenciales.
Además de la formación en línea
ofrecida por las instituciones de
educación superior (educación
formal), en años recientes ha surgido
una alternativa de aprendizaje
informal a través de los cursos online
masivos abiertos (MOOC, por sus
siglas en inglés). Basta ingresar a la
página de sitios como edx, uno de
los principales proveedores de
educación en línea fundado por la
Universidad de Harvard y el MIT en
2012, para observar la diversidad de
cursos a los que se puede tener
acceso con los profesores más
prestigiados del mundo. El sitio
incluye mil 277 cursos sobre temas
tan diversos como la Divina comedia
de Dante, algoritmos y programación
o la psicología de la negociación.1
Es un hecho innegable pues, que
el uso de las TIC en los procesos de
educación y aprendizaje ha sido
revolucionario. La educación en
línea, tanto formal como informal,
ofrece grandes beneficios. En primer
lugar, cuenta con enormes
economías de escala, por lo que es
extremadamente efectivo en
términos de costo-beneficio, ya que
el costo marginal de agregar un
nuevo estudiante es nulo. Al brindar
acceso al conocimiento y la
información a tanta gente que de otra
manera no podría hacerlo, la
educación en línea contribuye a
reducir la desigualdad de
oportunidades.
Como
acertadamente lo señala el estudio
del Consejo Ejecutivo de Empresas
Globales sobre Economía Digital en
México, el uso de las TIC tiene el
potencial de transformar a
sociedades enteras con el simple
hecho de cambiar su educación.2
La educación en línea elimina la
necesidad de la interacción física y
en su lugar crea ambientes de
aprendizaje virtual a través de videos
tutoriales, redes sociales, chats y
foros virtuales para interactuar con
los profesores y el resto de los
estudiantes. Asimismo, permite a los
alumnos avanzar a su propio ritmo,
es decir, el aprendizaje se vuelve más
personalizado de acuerdo con las
aptitudes, preferencias y
disponibilidad de tiempo de cada uno.
Ahora bien, es importante destacar
que a pesar de estas y muchas otras
ventajas, la experiencia ha
demostrado que aún existen algunas
barreras para la formación en línea.
El principal reto para potenciar el uso
de la tecnología en los procesos
educativos es asegurar el acceso a
internet confiable. La conectividad de
alta velocidad y el acceso a
infraestructura suficiente son
requisitos indispensables para
impulsar la educación en línea. Por
otra parte, es importante impulsar
también la alfabetización digital o la
compresión de las herramientas
digitales y la información para
aprovechar la educación en línea. En
este rubro los resultados tomara?n
tiempo en manifestarse, y en México
aún nos falta un largo camino por
recorrer.
El alto grado de deserción en la
educación en línea tanto de los
programas académicos como de los
MOOC indica que otro de los desafíos
a vencer es asegurar la terminación
de los programas, especialmente los
que son gratuitos. Al respecto,
diversos estudios coinciden en
señalar la centralidad que juega la
figura del profesor para lograr un
proceso de enseñanza y aprendizaje
efectivo en cualquier modalidad
educativa. Es decir, si bien las nuevas
tecnologías permiten llevar contenido
a más personas, el rol que juega el
profesor sigue siendo trascendental.
Es por ello que los docentes deben
tener la capacidad de utilizar las
metodologías y recursos didácticos
de la educación en línea para
establecer contacto con los
estudiantes y buscar su atención,
motivación e interés a lo largo de todo
el programa. De igual forma, cobra
especial relevancia inculcar entre los
estudiantes desde temprana edad la
capacidad de ser autodidactas, pues
de esa manera podrán aprovechar
mejor la oferta de educación en línea.
Por otra parte, si bien la educación
en línea es muy conveniente en el
sentido de que elimina la necesidad
de la interacción física, algunos
argumentan que la falta de contacto
cara a cara con otros alumnos limita
la experiencia de aprendizaje, pues
dificulta el establecimiento de vínculos
personales que solo se pueden
generar dentro de las aulas.
Derivado de lo anterior, y a partir
de las mejores prácticas en los
métodos en línea y presenciales
surgió el aprendizaje híbrido o
blended learning, que integra ambas
modalidades para crear una
experiencia de aprendizaje integral y
proporcionar a los alumnos flexibilidad
y apoyo de manera simultánea. El
enfoque híbrido tiene el potencial de
fomentar el aprendizaje
independiente y la colaboración, así
como proporcionar más canales de
comunicación entre los estudiantes y
profesores. Debido a que ha probado
ser un método muy exitoso, cada vez
más universidades en el mundo están
optando por este modelo combinado.
Nelson Mandela,
Impecable…
La fotografía es icónica. El día de
la excarcelación de Nelson Mandela,
él y su esposa Winnie con los puños
en alto, triunfales.
El revolucionario, que 27 años de
cárcel convirtieron en un anciano
tranquilo de pelo blanco, y Winnie,
dos décadas más joven que él, a
quien esos mismos años convirtieron
en la líder del movimiento de los
negros; "la madre de la nación negra"
se le llamaba.
Al parecer una pareja victoriosa y
destinada a dirigir unida el rumbo de
su país, un país recién dispuesto a
romper el apartheid y emprender un
destino más justo y sereno.
En realidad, una pareja que ya no
empalmaba. Aquellos arduos 27 años
de cárcel de Nelson los habían
llevado por caminos divergentes.
A Nelson la prisión lo había
suavizado y se había pulido un nuevo
rostro. Había aprendido el afrikaans
y había ido enhebrando una narrativa
de reconciliación entre blancos y
negros.
En contraste, fuera de la cárcel,
Winnie se había radicalizado. Se
había transformado en la jefa de una
banda de guerrilleros y en el rostro
visible de la revuelta bronca de los
estudiantes negros urbanos.
Además, algo tremendo había
anidado en su corazón. Durante el
año en que vivió encerrada en una
celda de confinamiento solitario,
había aprendido "a odiar con fiereza".
Palabras escritas por la propia
Winnie.
La ruptura formal ocurrió cuando
Nelson ya gobernaba y ella era su
viceministra de Artes y Cultura.
Winnie fue acusada ante la
Comisión de la Verdad y la
Reconciliación de ser la autora
intelectual de dos asesinatos. Según
varios testigos, Winnie había
ordenado la ejecución del activista
anti-apartheid Stompie Moeketsie,
porque era un soplón. Le colocaron
una llanta llena de gasolina al cuello
y le prendieron fuego.
El otro asesinato derivó del
primero. Winnie había ordenado que
su médico personal, Abu Baker Asvat,
fuera acribillado en su consultorio,
porque se había negado a redactar
un certificado de muerte falso para
Stompie.
El tribunal titubeó al dictarle
sentencia a Winnie. Le impuso
apenas una multa. Pero fue entonces
que el Presidente Mandela le pidió el
divorcio.
En la película sobre la vida de
Nelson cuyo guión Winnie aprobó, la
escena del divorcio es una lección de
ética.
Durante una gira de trabajo,
Nelson y Winnie se reúnen a solas
en un hangar vacío. Él le dice
comprender sus actos brutales,
cometidos en un mundo pasado.
Winnie era entonces la Mummy de la
guerrilla negra urbana, el país era un
campo de batalla, el gobierno de los
blancos ejercía oficialmente la
crueldad.
Luego, Nelson le asegura que aún
la ama. El antiguo amor que los unió
como pareja ha sido fortalecido por
el agradecimiento.
Y por fin Nelson baja la mirada y
usa la palabra "impecable".
Como líder del país debe ser
impecable, explica. No se trata de una
exigencia idealista, sino práctica. No
puede pedir a sus funcionarios que
sean ejemplares si él no lo es. Ni
puede pedir que sus opositores
golpistas sean enjuiciados por una
Ley que él no aplica a sus propios
seres amados. Eso sería aplicar con
injusticia la justicia.
Nelson ha de ser lo que pretende
ser: una cifra clara y fácil de leer, no
ambigua ni polémica. Y para ello,
Winnie debe irse de su lado y de su
gobierno.
Winnie le contesta una sola
palabra, "ingrato", y se va, dejándolo
solo.
La Historia habría de darle la razón
a Nelson Mandela. Fue su narrativa
de la reconciliación y su ejemplar
sujeción a la Ley lo que permitió que
su país se transformara en una
Democracia de forma pacífica,
mientras en varios de los países
vecinos las transiciones derivaban en
guerras civiles.