TERRIBLE EXPLOSIÓN
Partiendo desde el punto de que la explosión en Líbano haya sido parte de un ataque es poco probable, lo interesante será ver las secuelas que la explosión dejará, en el ámbito económico, político y social.
Porque más allá de los cientos de víctimas y los miles de heridos, lo que la explosión vino a derrumbar, fue lo poco que quedaba en pie del edificio del bienestar social, de ese país.
Además de que sucedió a tan sólo unos días de que el Tribunal Especial para el Líbano, diera su resolución, acerca del coche bomba que asesinó al ex Primer Ministro suní Rafik Hariri. Hasta hoy atribuido a Hezbollah.
De acuerdo con las cifras compartidas por las autoridades, la explosión dejó a cerca de 300,000 libaneses sin casa, en un momento en donde 220,000 se encuentran sin empleo, la economía según el FMI se contraerá un 12% este año, y la deuda soberana, impagable desde marzo, equivale al 170% del PIB.
Siendo esta última, una de las más elevadas del mundo, en un país que a finales de este año, tendrá a más de la mitad de su población sumergida en la pobreza. Estamos hablando de cerca de 4.5 millones de personas y con esto se comprueba que, lo sucedido, va más allá de la explosión de 2,750 toneladas de nitrato de amonio, que llevaban 6 años almacenadas en el puerto.
Stephanie Henaro