Economía en Cuarentena - El Guácharo 2 E - Revista El Guácharo | Page 6
rico”, el Estado no tiene
actualmente la capacidad
para subsidiar todo. Eso
ocurrió cuando teníamos
a PDVSA como la quinta
empresa petrolera del
mundo, con una renta
importante que alcanzaba
y permitía el populismo
exacerbado.
Lamentablemente,
la
bonanza de la Venezuela
petrolera se agotó; por lo
tanto, es esencial entender
que la figura del subsidio,
como se ejecutó en el
pasado, es inviable ahora.
En los últimos 20 años el
llamado socialismo del
siglo XXI acabó con la
industria petrolera, las
empresas básicas y la
estructura agroalimenta-
ria, al reducir drástica-
mente el rebaño de
ganado y la producción de
rubros importantes, como
caña de azúcar, café, cacao
y tabaco; así como todas
esas cosechas que permiti-
eron la alimentación de la
Venezuela del siglo XVIII,
XIX y XX, antes de conver-
tirnos en un país petrolero.
Repatriación de capitales
En el transcurso de las últi-
mas dos décadas se expa-
triaron cerca de 300 mil
millones de dólares entre
falsos empresarios y el
gobierno, a través de nego-
cios y convenios.
Si el gobierno realiza el
trabajo de inteligencia -lo
cual sabe hacer muy bien-
e indaga junto a la banca
internacional -gracias a la
transparencia del sistema
bancario a nivel internac-
ional- dónde están deposita-
das las abultadas cuentas,
por ley, y de manera formal,
tiene la potestad para exigir
la repatriación de al menos
el 10% de ese capital.
Con esta acción legal ingre-
sarían de inmediato a la
economía venezolana un
monto de $30 mil millones;
dinero suficiente para iniciar
el reflote de la economía
venezolana.
Sin embargo, es condición
sine qua non garantizar que
la repatriación de recursos
no se utilice en legitimar
capitales, ni se construyan
costosas torres empresari-
ales -como las ubicadas en
el municipio Baruta del
estado Miranda-, sino desti-
nar el dinero para rescatar
las empresas expropiadas,
hoy quebradas. Solo así se
recuperaría el parque indus-
trial destruido en todos
estos años.
El gobierno tiene en sus
manos el modo para salvar
la economía del país. Conta-
mos además con reservas
probadas de oro, una de las
más grandes del mundo con
posibilidades de ser mone-
tizada para fortalecer el
bolívar. Es inaudito que, aun
cuando
tenemos
las
mayores reservas de oro y
diamantes del mundo,
nuestra moneda está
pulverizada, pues el bolívar
al día de hoy no existe, es
solo un recuerdo, una refer-
encia.