Se trata de una corriente del pensamiento iniciada en Francia a mediados del siglo XVIII, conocida por su inclinación a las ciencias naturales, “fisiocracia” significa poder o gobierno de la naturaleza. Surgió como la primera escuela de economistas que utilizaron métodos científicos; en sus contenidos teóricos, buscaron la fuente de la riqueza principalmente en el cultivo de la tierra, es decir, proponiendo la economía rural.
FISIOCRACIA EN LA ECONOMÍA
Consideraban como agente productor a la naturaleza y no al hombre que la cultivaba.
En consecuencia debía aplicarse impuesto a la única labor auténticamente productiva, la explotación de la tierra, que genera el excedente llamado producto neto, mientras que la industria y el comercio, trabajos sólo transformadores, debían quedar libres de contribuir porque son económicamente estériles.
Identificaron tres clases sociales, la de los dueños de la tierra, terratenientes; la de los agricultores que trabajan la tierra bajo arrendamiento y son los verdaderos productores; y la clase estéril, formada por los artesanos y comerciantes que generan producto neto.
Su principal exponente fue François Quesnay, quien realizó un análisis de la distribución de la riqueza, asemejándola con la circulación de la sangre en el cuerpo de un ser vivo, lo que significó un muy importante éxito de divulgación de la teoría fisiocrática, ya que establecía las etapas de la distribución de la riqueza, cómo entran en contacto con las diferentes capas sociales, las alimentan y permiten que cumplan su papel en el conjunto.