“La principal falla de White es un
tema recurrente en el mundo de
los negocios: el orgullo
desmedido”.
La primera lección de Breaking es que los negocios de
rápido crecimiento surgen en lugares inesperados. White
usa sus habilidades como químico para revolucionar de
mediocre industria de las metanfetaminas ya que antes
de dedicarse a la docencia era investigador.
William Thorndike de la Escuela de Negocios de Harvard
estudió ocho emprendedores cuyas empresas superaron
más de 20 veces el desempeño y las ganancias de las
compañías del índice Standard & Poor’r 500 durante su
desarrollo empresarial. Hallo que todas fueran fundadas
por emprendedores nuevos en sus industrias que
aportaron perspectivas frescas dentro de ellas.
Clayton Christensen, también de Harvard, argumenta que
los grandes emprendedores miran el mundo a través de
un ‘lente marginal’. Esto es tan real que Bill Gates un
joven que abandonó sus estudios universitarios y trabajó
en un área, en ese entonces, ajena de la industria de la
computación terminó lanzando Microsoft en la ciudad de
White, Al buquerque, antes de mudarse a Seattle.
Hay tres cosas que ayudan a nuestro maestro de química
a entender que se necesita para desarrollar un negocio
floreciente. La primera es una inmensa ambición. No le
preocupa el negocio de metanfetaminas, o el negocio del
dinero, dice. Se concentra en el ‘negocio del imperio’. La
segunda es la obsesión por la calidad del producto. Otros
traficantes pueden vender droga de mala calidad
argumentando que a los adictos poco les importa lo que
consumen. Él produce metanfetaminas de la mejor
calidad, tan pura que se torna azul, y prefiere destruir
una tanda completa antes que vender un producto de
calidad inferior. La tercera son sus sociedades y alianzas.
Descubre el talento de Jesse Pinkman, un ex alumno
devenido en traficante de drogas, y forja una solida
relación laboral con él. También contrata a una serie de
bandas locales para la distribución de su producto. Así, él
puede concentrarse en lo más importante de su negocio:
la
cocción
y
el
control
de
calidad.
Breaking Bad es más aguda aún en el tema de las fuerzas
destructivas dentro de los negocios. La relación de White
con su cocio de desmorona. Esta constantemente en
conflicto son sus distribuidores. Y su balance entre vida y
Trabajó es pésimo. El hecho de estar en el negocio de las
metanfetaminas le da un giro único a estos problemas. Su
relación con su socio se destruye cuando deja que una de
las amigas de Pinkman muera de una sobredosis y
cuando envenena al hijo de otra amiga. Su relación con
su mejor distribuidor se debilita cuando descubre el plan
de éste para sacarlo de la cadena de abastecimiento
aprendiendo de sus habilidades para luego asesinarlo. Su
balance vida- trabajo se complica por su renuncia a
contarle a su esposa que se a convertido en un traficante
de metanfetaminas.
LOS PEORES ANEMIGOS: LA MENTIRA Y EL ORGULLO
La disolución de las relaciones entre los socios de
negocios, gracias a la lucha de egos, de ambiciones y a las
paranoias es un problema constante del mundo
empresarial. Piensa en la tensión entre Michael Eisner y
Michael Ovitz en Disney o en la ruidosa implosión de los
Beatles o de muchas otras bandas de pop. Son habituales
la relaciones tensas entre las empresas y sus
distribuidores. En una encuesta, 80% de los ejecutivos
dijieron que les preocupaba la exclusividad, el control y la
protección de recursos. En unos de sus libros, Christensen
señala que cada vez que asiste a una reunión de
graduados de la universidad, se sorprende por la cantidad
de sus compañeros cuyo balance vida-trabajo es difícil.
“Sus relaciones personales comienzan en deteriorarse,
aun cuando sus perspectivas profesionales sean cada vez
más promisorias”. White es también un caso típico
cuando se engaña a si mismo pensando que todo lo que
hace es para el bien de su familia.