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ESCLAVISMO
El modo de producción esclavista es propio de un nivel de
desarrollo de las fuerzas productivas netamente preindustrial. El
capital es escaso, no habiendo incentivos para la inversión aunque
se amasen inmensas fortunas (se acumulan objetos de lujo,
propiedades inmuebles y esclavos, no interesando los bienes de
producción como maquinaria); las técnicas son muy rudimentarias
y tradicionales, no habiendo incentivo para mejora aunque pueda
haber un espectacular desarrollo intelectual pre científico (la
filosofía clásica). Tierra y trabajo son las fuerzas productivas
fundamentales.
En el modo de producción esclavista, la fuerza de trabajo está
sometida a esclavitud, es decir: no es propiedad de los
trabajadores que por tanto no tienen que ser retribuidos (los
proletariados del modo de producción capitalista poseen al menos
su fuerza de trabajo y han de ser retribuidos con el salario).
El interés en la mejora de la producción corresponde únicamente
al propietario, pues el esclavo no se beneficia ni se perjudica
directamente por una mejor o peor cosecha (en el modo de
producción feudal ese interés corresponde al siervo y en el
capitalista al empresario capitalista).