Estudiar el origen de los primeros actos considerados
comerciales nos permite suponer que estos actos surgen
en el momento en el que el ser humano, viviendo
agrupado en primitivos grupos sociales, comprendió que
no disponía de todos los bienes que necesitaba y reconoció
al relacionarse con su grupo, y otros cercanos, que
disponía de bienes con utilidad para otras personas, que
podía intercambiar, entregar lo que tenía y recibir a
cambio aquello que no tenía y deseaba.
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