no es peccata minuta .
Su restaurante , Rocío ’ s Mexican Kitchen , no está en una ciudad de alta alcurnia ni destila elegancia en su interior , pero se come de lujo , tanto que figura en la guía Michelin como un lugar recomendado en la categoría de “ restaurantes sencillos ”. Es el que le queda en pie tras el ciclón que ha supuesto la pandemia para la industria . Antes de la sacudida del Covid , Camacho regentaba un local más ambicioso en Paramount — La Diosa de los Moles , se llamaba — donde ofrecía un bufet de moles que estaba funcionando a las mil maravillas .
“ Tocó cerrarlo , obviamente ”, se lamenta su dueña . “ Pensamos que la crisis iba a durar tres o cuatro meses , tratamos de pagar las deudas y seguir , pero acabó resultando imposible y tuvimos que cerrar . Era demasiado caro . Es triste porque le pusimos todo el corazón . Hasta vendí mi casa de Oaxaca para mantenerlo a flote ”.
Ahora todo su amor y energía están concentradas en el local que hace esquina en las avenidas Ira y Garfield , en Bell Gar-