Los diversos tipos de violencia ejercida con los alumnos pueden entrar imperceptiblemente en todos los tipos señalados por Fromm. Puede
Sin maestros, pero también sin alumnos, la escuela no existe, y sin estos últimos tampoco tienen posibilidad de existir los primeros. “Maestro” y “alumno” son conceptos correlativos o recíprocos, de los que, como diría García Morente, “no se entienden el uno sin el otro, ni el otro sin el uno’, No se entiende ni puede haber maestro sin alumno. El exceso de rigor (severidad, inflexibilidad) tal vez esté motivado, en ocasiones, por los resabios de la amargura provocada por las frustraciones personales y familiares, y el alumno tiene injustamente que tolerarlo, Contrariamente, el alumno, a menudo un niño o un joven con agudas dificultades existenciales e inquietudes perturbadoras, no puede ser siquiera sobrellevado.
Con sus alumnos, el maestro despótico puede aplicar abiertamente la fórmula de Maquiavelo sin temores, a saber:
Cuando se hace daño a otro es menester hacérselo de tal manera que le sea imposible vengarse.
El alumno difícilmente podría
vengarse: cuenta con muy pocos
recursos para hacerlo, me parece
con menos que el hijo frente al padre,
porque el maestro es efímero y el padrelo
es de por vida.
5 Op.cit.p.29 a 30
El rigor de una exposición hablada o escrita se vincula, fundamentalmente, con la exactitud y la precisión. A menudo una frase mal hilvanada o un término impropiamente utilizado pueden afectar la finalidad buscada en clase, esto es, la transmisión del conocimiento y, en última instancia, de las verdades de cada asignatura. Las palabras utilizadas y las formas de usarse son herramientas de trabajo imprescindibles, pero hay que saber escogerlas.
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Cuando se hace daño a otro es menester hacérselo de tal manera que le sea imposible vengarse.
El alumno difícilmente podría vengarse: cuenta con muy pocos recursos para hacerlo, me parece; con menos que el hijo frente al padre, porque el maestro es efímero y el padre lo es de por vida.
5 Op. cit., p.29 a 30. EL RIGOR EXPOSITIVO
El rigor de una exposición hablada o escrita se vincula, fundamentalmente, con la exactitud y la precisión. A menudo una frase mal hilvanada o un término impropiamente utilizado pueden afectar la finalidad buscada en clase, esto es, la transmisión del conocimiento y, en última instancia, de las verdades de cada asignatura.