Faltaban 20 minutos para
que fuera la hora. La joven
se acerca a la recepción y le
dice al hombre que está a
cargo que ella tiene una cita
con Ana María Jaramillo,
pero que va a esperar en la
sala principal.
“ Amiga cuando vengas
especiales, años después
los muebles se cambiaron
al estilo republicano.
Voltea a ver su derecha y
se encuentra un salón que
dice La Fondita le
causa gracia, luego viene
tienes que venir a este
una mujer con traje negro
hotel, es cinco estrellas ”
que le dice que suba por las
una señora de
escaleras y cruce a mano
aproximadamente 50 años derecha.
estaba hablando por
“ Buenos días ¿Cómo
teléfono en la sala. Colores estás? ” le dice Ana María
café, verde y blanco, son los Jaramillo, que disponía de
que distinguen al hotel, con una actitud tranquila,
baldosas de manchas de
educada y que notaba que
los mismos colores. En los
estaba preparada para
primeros años de los 81 que recibir a la joven con todo el
tiene el hotel, la decoración gusto.
que implica los muebles,
Una oficina llena de
las mesas, los
cuadros con
espejos, las camas como
personajes y fotos
otros más, eran traídos
importantes del Gran Hotel
desde Europa en barcos
en donde en una de ellas la
joven
aprecia que ya no
estaban los cinco
pisos que tiene hoy
en día el patrimonio
de Pereira. Le
explica la dueña del
hotel que hasta los
años 70 había cuatro
pisos y que el último
se usaba como una
lavandería, como
colaboración ”
María Del Mar se
despide de Ana María con
Enorme agradecimiento.
también antes había
un bar famoso en la
esquina del Hotel, en
donde todas las personas
que se iban a tomar un
trago allí y habla delos
negocios que tenían.
Es ahí cuando ella le
explica a la visitante que
decide hacer una Mini
tienda llamada La
Fondita una cafetería que
vende cafés es peciales de la
región, con una maquina
expresa australiana e
italiana, para que los
productos sean de alta
calidad, como también un
sitio para picar comidas
pequeñas, un bar y una
coctelera para que las
personas se diviertan en
la noche sin necesidad de
salir del hotel. “ Muchas
gracias por su enorme
22
Después decide
conocer el edificio, se
dirige al quinto piso con
un fajín del hotel que le
han asignado, los
pasillos eran repletos de
fotos de la antigua Pereira,
resaltando siempre al Gran
Hotel, “A partir de este año
esas mismas fotos que está
viendo se ponen en el
salón principal del primer
piso en las fiestas de la
Cosecha, donde viene un
conocedor de las
fotografías a exponeras en
un conversatorio a las las
personas que deseen
conocer la historia de
Pereira” explica el
acompañante de la joven,
Bajando los pisos ella se
sentía en un ambiente
antiguo, puesto que El
Hotel sigue conservando lo
clásico con el toque
característico de la época,
los colores tierras
semejantes a lo antiguo.
Termina su recorrido y baja
al enorme
restaurante color
blanco que queda en el
último piso. Explica el
acompañante “Es un hotel
de carácter corporativo,
se hospedan personas que
van a la ciudad en función
de trabajo, o simplemente
clientes fieles al hotel”.
La organización de las
mesas continúan las
mismas tonalidades
cálidas, tierras que ella
percibió cuando estaba
comenzando el trayecto de
todo el hotel. Finalmente
sale por la
puerta verde con estrellas
“Este Hotel es como los
buenos vinos, entre más
viejo, mejor”.