LA COMIDA ITÁLICA
“Es importante que la gente sepa, que los italianos
no comemos por llenar nuestro estómago solamen-
te, nosotros nos llevamos un bocado a nuestro pa-
ladar, lo saboreamos mientras cerramos los ojos y
pensamos en qué ingredientes puede tener el pla-
to que estamos degustando, en cómo pudo ser
su proceso de preparación y en si realmente
está bien cocinado. Luego de eso, ingerimos
el alimento”, mencionaba Palmieri con or-
gullo, pero a la vez con indignación, porque
también mencionó que, en Pereira, ha podi-
do percibir en gran parte de sus habitantes
que simplemente se sientan en la mesa, es-
peran la comida, ingieren, quedan llenos y se
van. Para él, eso no es comer correctamente.
C
“EN ITALIA SE HACE MÁS,
ON MENOS”
Nelly
conside-
ra que, con
la compañía de
Alessandro, o mejor
dicho que con el pro-
ceso pedagógico que ha
recibido de las formas
de comer en Italia,
aprendió el lujo de
comer verdade-
ramente.
-NELLY MOSQUERA
UN OCÉANO DE SENSACIONES
Nelly Mosquera es su es-
posa, ella es colombiana,
pero desde que conoció a
Alessandro se ha venido
contagiando de la cultu-
ra italiana, aproveché esto
para preguntar acerca de
su percepción con respec-
to a la culinaria de ambos
países a lo que ella respon-
dió mirando fijamente ha-
cia mis ojos.
“Los colombianos al cocinar, abu-
samos de los ingredientes, mien-
tras que los italianos hacen pla-
tos relativamente simples pero
deliciosos, en Italia se hace más,
con mucho menos. Un plato ita-
liano puede estar preparado en 5
minutos, la gastronomía itálica nu-
tre, es sana y su sabor es exquisito”.