Desde muy pequeñín le agradaba mucho ayudar a la Santa Misa como acólito, y cuando llegaba al templo muy de mañana y se encontraba cerrada la puerta, se quedaba allí de rodillas adorando a Jesús Eucaristía, mientras llegaba el sacristán a abrir.
El día anterior a su primera confesión fue donde la mamá y le pidió perdón por todos los disgustos que le había proporcionado con sus defectos infantiles. El día de su primera comunión redactó el famoso propósito que dice: "Prefiero morir antes que pecar".
A los 12 años se encontró por primera vez con San Juan Bosco y le pidió que lo admitiera gratuitamente en el colegio que el santo tenía para niños pobres. Don Bosco para probar que tan buena memoria tenía le dio un libro y le dijo que se aprendiera un capítulo. Poco tiempo después llegó Domingo Savio y le recitó de memoria todo aquel capítulo
Su único interés era Dios y como hacer que los demás concentrasen sus energías en servirle mejor a El. Lo que le faltaba en fuerza física la recuperaba en alteza moral, en fortaleza de corazón y en aceptación de la voluntad de Dios cualquiera que esta fuese.
La primera biografía de la vida de Domingo fue escrita por su maestro San Juan Bosco, y de entre esas páginas han surgido tantas vocaciones. Inclusa la vocación del futuro Papa Benedicto XVI, que con tanta ternura ha mirado a la Obra de la Infancia Misionera
Domingo murió a tan sólo 15 años de edad. Era el 9 de marzo de 1857. Su Santidad Pío XII lo canonizó en el 1954. Exactamente 50 años atrás.