domingo Savio OMINGO SAVIO | Page 9

Mamá Margarita, que había ido a Turín para ayudar a su hijo sacerdote, le dijo a éste un día: “Tú tienes muchos jóvenes buenos, pero ninguno supera el buen corazón y la belleza del alma de Domingo Savio”. Y le explicó: “Lo veo siempre rezando, aún quedándose en la Iglesia después que salen los demás; todos los días deja algo del recreo para visitar al Santísimo Sacramento… Está en la Iglesia, como un ángel en el paraíso”.

Murió el 9 de marzo de 1857

Murió en Mondonio, el 9 de marzo de 1857, con una inflamación en sus pulmones.

Don Bosco escribió su biografía y lloraba cada vez que la leía. Sus restos están en la Basílica de María Auxiliadora en Turín.

Su fiesta se celebra el 6 de mayo. El Papa Pío XI lo definió “Pequeño, o más bien, grande gigante del espíritu”, Es el patrono de los niños cantores y de las mamás que esperan tener un bebé, y por su intercesión se realizan cada año un número sorprendente de gracias.

Beatificado en Roma el 5 de marzo de 1950 por Pío XII y canonizado el 12 de junio de 1954 por el mismo Papa.

Con Don Bosco en el Oratorio

A los 12 años, se encontró con Don Bosco y le pidió que lo admitiera a su Oratorio de Turín porque deseaba ardientemente estudiar para llegar a ser sacerdote. Don Bosco, admirado le dijo: “Me parece que hay buena tela”. “Entonces yo seré la tela y usted el sastre”, había respondido Domingo.

Don Bosco lo aceptó en el Oratorio de Turín y Domingo le pidió que lo ayudara a “hacerse santo”. Apacible, siempre sereno y alegre, hacía grandes esfuerzos para cumplir con sus deberes de estudiante y para ayudar a sus compañeros en todos los modos posibles, enseñándoles el Catecismo, atendiendo a los enfermos y apaciguando las peleas.

A los compañeros nuevos que llegaban al Oratorio les decía: “Debes saber que aquí hacemos consistir la santidad en estar muy alegres. Sólo tratamos de evitar el pecado, que es el gran enemigo que nos roba la gracia de Dios y la paz del corazón, y tratamos de cumplir exactamente con nuestros deberes”.