PERSONAS QUE HACEN REÍR:
Son abundantes dentro del peligro y su dedicación es hacer reír a
personas que lo necesitan. Se podría decir que son solidarias pues
usan su tiempo para alegrar, aunque sea por solo unos segundos. Los
payasos son los que más felices suelen hacer a niños y adultos, tanto
en espectáculos para pasar un buen rato como en hospitales para
intentar mejorar la experiencia de los pacientes infantiles.
PERSONAS COMPRENSIVAS:
Las que ofrecen su hombro para llorar, a las que no les importa
escuchar y tienen empatía. Parece que hay abundancia, pero muchas
de ellas, después de fingir ser comprensivas, utilizan todo lo que les
han contado para hacer daño. Aún hay bastantes ejemplares con los
que uno puede desahogarse.
PERSONAS ALEGRES:
Este grupo es muy contradictorio pues la gente que tiene mil razones
para sonreír no lo hace y los que peor lo pasan son justo los que no se
quitan nunca la sonrisa de la cara. Según las estadísticas, las sonrisas
falsas están ganando terreno.
PERSONAS PACIENTES:
Son las que han aprendido a esperar, las que saben que no todo va a
llegar justo en el momento en que se pida y las que entienden que no
todo es fácil. Solo ellas pueden esperar a conocer los motivos, otras,
si no tienen un porqué previo, ni siquiera intentan pensar. Son pocas,
el estrés ha ayudado a que el número de gente impaciente se
multiplique.