ochenta. Su influencia llegó para quedarse. El volumen que le
imprimían a su cabello influyó en los peinados de moda de
esa década. Fueron años de medias melenas de pelo
cardado, recogido con cintas en la frente. Es la cultura de la
música electrónica, del pop. Y frente a ellos, el "heavy metal"
o rock duro, que sonaba ya con fuerza desde la década de los
sesenta y que, en todos estos años no cambia. El pelo suelto,
sin cortar, sin acicalar, "como caiga".
Frente a la cultura del cabello que marcaban las
tendencias
musicales,
existía
otra
paralela
al
auge
empresarial: pelo corto, engominado, y peinado hacia atrás.
Este peinado masculino viene acompañado de camisas, polos
y pantalones de "marca". Son los conocidos como "pijos",
personas de clase alta o oportunistas que buscan hacerse un
hueco entre la élite social y empresarial del país.
Esta moda no es reciente. Era muy común en el
período de entreguerras. En los felices años veinte vimos este
peinado en personalidades como el cantante Carlos Gardel o
en Valentino. Era el modelo de belleza masculina de la época.
Una época caracterizada por la emancipación de la mujer. Por
primera vez se cortaron el pelo. El clásico moño y cabello
recogido cambió radicalmente para presentarnos a unas
mujeres peinadas "a lo garçon", como los hombres.