Consideramos importante canalizar la expresividad de los jóvenes en su quehacer cotidiano, primero, como forma de exteriorizar sus problemas e inquietudes y, segundo, para dar forma, estética y un marco conceptual a los objetivos educativos perseguidos, que tienen que ver, básicamente, con el grueso de contenidos que asimilan y debaten en la cotidianeidad de sus entornos vitales.
En este sentido, la expresión escrita viene jugando un rol fundamental desde que se fundó la revista “DIáLOGOS” como plataforma de debate, de opinión y difusión de las problemáticas juveniles, pero, también, de expresiones íntimas y testimoniales.
Intensamente real son sus experiencias; desde la tradición oral, hasta ver plasmados sus textos, hay un decurso que transcurre en algún lugar no definido, en los problemas desvelados con la naturalidad y con la parsimonia de quien quiere dejar un mensaje, desde lo aprendido.
Escribir es darse tiempo y espacio, algo necesario en las rutinas de los jóvenes, un trazo hacia el futuro.La expresión escrita compone y comporta un ideario, porque, a pesar de la dificultad para perfilarla, estos jóvenes sí tienen opinión; es una opinión sin técnica, poco elaborada y depurada si se quiere, pero profundamente emotiva, sincera, tal vez un espacio de sinceridad donde todos tenemos la posibilidad de aprender.
La revista se transforma, de esta forma, en una comunidad de aprendizaje espontánea, viva, que se va haciendo y nos va haciendo interactuar en estas soledades, en el limbo donde dos generaciones hacen lo posible por encontrarse en el fenómeno educativo.
A medida que este hacer se va configurando, los adultos solo podemos enseñar una técnica, un método, una herramienta que encuadre el saber y no saber juvenil, la curiosidad y la importancia de “verse escrito”, en ese trance maravilloso de perdurar y recordarse, porque recordar significa, del Latín re-cordis, “volver a pasar por el estuario del corazón”.
Este taller pretende aplicar nuevas concepciones literarias en un “hacer juntos” divertido y creativo, y que condense los saberes o contradicciones experimentados por los jóvenes que participan, además, en actividades específicas de Desarrollo Personal y Competencia Social.
En esta edición, reflexionan sobre conflictos cotidianos. No nos hablan de guerras, de política o de economía, sino, sencillamente, sobre las personas, sobre sus alegrías y sus tristezas, sus virtudes y sus defectos. Nos invitan a meditar sobre los derechos humanos, la igualdad, la justicia social y la libertad.
El Equipo.
DIáLOGOS
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