Diálogos con mi tía
Siempre me gustaron los diálogos con mi tía. Con
ella aprendí lo interesante de todo lo que está a
nuestro alrededor, a apreciar lo maravilloso de la
creación, lo valioso del tiempo y que si aprecias lo
bello de la naturaleza, es como si se orara en
silencio. Ella cambió mi vida, con sus enseñanzas ya
no veía el agua, sino, un espacio que almacena vida,
que está compuesta por partículas más pequeñas,
que se mueven sin parar y que por cuestiones del
azar o predicción celestial, componen todos.
Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz. Y vio Dios que la
luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas
Génesis 1:3, La Biblia
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