Diefenbacchia: quizás sea la planta más común en los
hogares, y sin embargo, puede provocar irritación e
inflamación en la boca, náuseas, vómitos y dificultad
al tragar.
Tulipanes y jacintos: atentos a que no desentierren los bulbos ya que aquí es dónde se concentra su peligro: vómitos, diarrea e irritación de boca y esófago son las consecuencias.
Palmera Sagú: las hojas y las semillas causan vómitos, daños estomacales, sangre en las heces y hasta la muerte.
Narciso: esta flor tan común y decorativa puede
producir vómitos, diarrea, dolores estomacales y
arritmias.
Lilium: irritación en boca y estómago. Ojo al babeo del perro.
Lirio de los Valles: vómitos, diarreas y hasta convulsiones. Es altamente tóxica por lo que acudir al veterinario es crucial.
¿Qué hacer si observamos que nuestro perro babea, vomita y tenemos dudas de si a podido comer alguna de estas plantas o flores?
Acudir urgentemente al veterinario es la mejor opción para poder minimizar los daños lo más rápido posible, recordemos que el perro está sufriendo.
Sin embargo, es fundamental que lleves contigo toda la información sobre la planta o flor que ha podido ingerir, cantidad, etc. Toda información que puedas dar a tu veterinario ayudará a su más rápida recuperación.
Aunque estas 10 plantas y flores son peligrosas, hay muchas más tóxicas. Educa a tu perro a no morder las plantas.
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