Finalizamos nuestro viaje en Cayo Guillermo, un lugar con aguas cristalinas y paradisíacas pero donde solo hay hoteles “todo incluido”. Allí descansamos y disfrutamos, pero sinceramente, eso ya no es Cuba.
A la vuelta, como nuestro avión salía a las 23.00h de La Habana, paramos en Santa Clara, donde descansan los restos del Che, dimos un rápido paseo por el centro, visitamos el tren blindado (una referencia muy importante en la revolución) y fuimos a ver la estatua del Che situada en la gran plaza de la Revolución.
Aquí, despidiéndonos del Che, cerramos nuestro viaje a Cuba, un país que nos ha gustado mucho, pero que necesita cambios. Desde hace años, la globalización está llamando a sus puertas y el turismo se ha incrementado notablemente. Les queda una tarea difícil y esperamos que sepan gestionar bien todos estos cambios para no perder su esencia.
Divertydoo Magazine - octubre 2017 - 13