Ellos estaban en la sala y yo en mi cuarto viendo tele, estaba viendo mi
programa favorito de ese entonces era Barni, el dinosaurio y en mi cuarto
había la tele, mis peluches, juguetes y mi cama.
Cuando escuché a mi mami gritar ¡auxilio!, ¡auxilio!, ¡auxilio! Salí y me monté
encima de la espalda de mi papá.
Le comencé a decir que soltara a mi mami, le pegué puños y comencé a gritar
suéltela, suéltela, suéltela… de eso me acuerdo como si hubiera sido ayer,
así hayan pasado diez años…
El día que mi hermano nació el 2 de marzo del 2007, podía morir porque nació
enfermo de los pulmones y el corazón. Los doctores le dijeron a mi mamá que
no se hiciera ilusiones de que amaneciera vivo, que se iba morir. Y le dijeron
que si aun así se iba a operar para no tener más hijos. Ella dijo que sí, porque
iba a tener un hijo en el cielo ósea mi hermano y uno acá, ese hijo que se
quedaba acá era yo.
Pero mi hermano fue un milagro, ya que después de 11 años no le ha pasado
nada, lo quiero con toda mi alma, lo veo como alguien que tengo que cuidar
con mi vida para que nadie más le haga daño.
Fueron trágicos días 15 días sin verlo, sin sonreírle, sin tocarlo, días en que
mi mamá no podía estar con echadas en caras para ella, porque mi abuelita
paterna le decía que para qué iba, si él no la veía, no la sentía.
Yo también la necesitaba, pero yo sé que ella sabía que la necesitaba más
Pipe, yo por eso no estaba presente y como estaba en dieta solo lo podía ver
a mi hermano cinco minutos y se la pasaba de 8 de la mañana a las 3 de la
tarde en el hospital, pero con todas las enfermedades y circunstancias que