Dinero y Salud Financiera Año 1 Número 5 Revista Dinero y Salud Financiera No.5 (DIGITAL) | Page 14

PUBLIREPORTAJE SUEÑOS DE PELÍCULA El 2013 fue un año muy significativo para el cine nacional, en mayo de ese año se estrenó en cartelera una película que marcó un récord nacional como la película más costosa que se había hecho en nuestro país hasta ese momento: Cinco de Mayo: La Batalla, dirigida por Rafael Lara y con actores reconocidos como Kuno Becker y Angélica Aragón. Al final, entre vestuarios de época, batallas recreadas, caballería y dobles de acción se invirtieron más de 80 millones de pesos (el costo promedio de una película en México es de 20 millones de pesos). Ese mismo año, en septiembre, salió en cartelera una producción que contó con un presupuesto un poco mayor, 100 millones de pesos: No se aceptan Devoluciones, dirigida, co-escrita y actuada por el comediante Eugenio Derbez. Hasta ahí las comparaciones, pues la primera recaudó apenas 30 millones de pesos, mientras que la segunda alcanzó la cifra de 99 millones… de dólares. Lejos del glamour de las grandes estrellas de Hollywood, en nuestro país hay una lucha que se libra con cada película: la de recuperar al menos la inversión. En esta ecuación hay muchas variables, los inversionistas (muy pocos), los ingresos por taquilla (10 mil mdd en EU vs 862 mdd en México), la cantidad de salas de cines y su distribución geográfica, el bajo costo del boleto (si, aunque no lo creas México es de los 7 países con el precio más bajo, quizás no lo parece porque igual de bajo es nuestro salario mínimo), la escasez de guiones originales, y un largo etc. A pesar de ello, México ocupa el 4º lugar mundial en asistencia al cine, nada mal, ¿entonces por qué no hay más películas mexicanas? Para conocer más sobre esta industria y lo difícil (¿o fácil?) que es entrar realizamos una entrevista con Luis Quijano, un director novel recién graduado de la Nueva York Film Academy, en Burbank, California y que busca poco a poco abrirse paso en esta industria tan competitiva y poco convencional. La primera pregunta era casi obligada: ¿por qué estudiar cine? “Bueno, en mi caso desde chico me gustaba mucho, mis papás me llevaban al cine y al teatro, y siempre me dieron ganas de ser parte de este medio. El hecho de ver películas, y ver cómo se hacían, me intrigó muchísimo, pues teniendo ya más de 100 años el cine como que son las mismas historias que se repiten y se repiten, pero siempre buscan maneras diferentes de hacerlas, con nuevas experiencias, nuevas enseñanzas, nuevo todo”, respondió. Es precisamente esta versatilidad que tiene el cine lo que ha permitido que subsista tantos años, prácticamente no hay historia que no haya sido llevada a la pantalla grande. Para nutrir a esta industria de mentes jóvenes y creativas hay una extensa red de universidades e institutos en donde se puede aprender cinematografía, pero el acceso no es tan sencillo, a decir de Luis se requiere una experiencia previa, en su caso fue gracias a que pudo grabar su primer 14 cortometraje en la Universidad Ibero que tuvo luego acceso para estudiar en una de las academias más importantes localizada en la meca del cine mundial. Pero por muy difícil que sea, “si lo quieres, si lo buscas, lo vas a encontrar”, afirma Luis. Muchos hubieran elegido estudiar una carrera más convencional, como medicina o contaduría, pero cuando tienes un sueño no importan los convencionalismos. “A mí me atrajo, además del hecho de poder contar las historias que le interesan a todo el mundo, el hecho de que es raro, que no muchos lo hacen, fue el impulso de hacer algo un poco loco, por así decirlo”, nos explica. Tiene que apasionarte mucho algo como para que decidas hacerlo, a pesar de lo competido y riesgoso que resulta. En la mente de Luis al menos estas barreras no existen: “En mi caso me gusta mucho escribir, me gusta mucho leer y, el hecho de ver películas de todo género, así sea de los años 30’s o recientes, cortometrajes, musicales, terror, drama, familiares, de todo… poco a poco te van saliendo las ideas y vas volando, te metes a otros mundos, conoces las perspectivas de diferentes directores, productores, escritores y yo creo que de poco a poco la mente vuela y te llegan las ideas”, nos narra Luis. Creatividad, parece una palabra olvidada por los directores de cine nacional hoy en día, lejos quedó ya la llamada época de oro del cine nacional (1936 a 1959) en donde se desarrollaron una multitud de géneros. Actualmente, los productores no quieren arriesgarse y se entregan a realizar sólo lo que les ha dado éxito en taquilla, en este caso la comedia. “Sí, fue una época excelente para el cine mexicano y de poco a poco fue bajando el interés de la gente en los nuevos géneros y estilos que se estaban contando, y como poco a poco fueron bajando la calidad no había ya mucho financiamiento, ni mucho interés del público, porque no tiene caso financiar películas que nadie va a ver. En los últimos cinco años ha habido un resurgimiento especialmente en el género de comedia, que empezó con el éxito que tuvo ˈNosotros los Noblesˈ, tanto en México como en Estados Unidos, eso impulsó al Director (Gary Alazraki) quien ahora ya tiene una serie en Netflix (Club de Cuervos) y los actores que hacen varias películas al año en México. Y aunque es un género que se está haciendo demasiado ya, es algo que a la gente le gusta, y hacen mucho dinero estas películas, como la de ˈQue culpa tiene el niñoˈ y bueno, es el ejemplo de un exitazo, y fue actuada por Karla Souza, la misma de Nosotros los Nobles”, concluye. Las 5 películas más taquilleras de nuestro país en los últimos años son del género comedia o sátira: No se aceptan devoluciones, Nosotros los Nobles, No manches Frida, ¿Qué culpa tiene el niño?, La Dictadura