Redacción y edición por Saided Solano Vargas
E
l síndrome de Crouzon es una
enfermedad genética y hereditaria
que se desarrolla durante el
embarazo
y
existe
una
probabilidad de padecerla del
0.002%, siendo poco común. Se
caracteriza
por
una
fusión
prematura de los huesos del
cráneo, lo que condiciona que el
cerebro no se desarrolle de
manera normal, y que cambie el
aspecto de la cara siendo este
asimétrico y dando una similitud a
un “rostro de rana”. Las personas
que padecen esta enfermedad
tienen ojos saltones, nariz en
forma de pico de loro, agudeza
visual disminuida y en algunos
casos puede haber ceguera, un
labio superior más corto, dientes
asimétricos e incluso en mayor
número que una persona sana, así
como una mandíbula prominente.
El diagnóstico de esta enfermedad
se basa en el aspecto físico del
bebé al nacimiento o en los
primeros años de vida, incluso por
cambios en el cráneo observados
por su ginecólogo durante el
embarazo. Se tienen que realizar
pruebas genéticas una vez que
nazca el bebé para corroborar el
diagnóstico médico y el bebé debe
ser valorado por un gran grupo de
especialistas a lo largo de toda su
vida, como pediatras, cirujanos
maxilofaciales,
otorrinolaringólogos,
oftalmólogos, cirujanos plásticos,
odontopediatras,
psicólogos,
entre muchos otros. Entre más
temprano sea el diagnostico,
existen mayores probabilidades de
mejorar la salud de los niños.
Actualmente,
existen
múltiples opciones para
estas personas, como
cirugías
que
evitan
complicaciones en su vida
adulta,
incluso
que
mejoran su aspecto físico
y les permiten integrarse
sin mayor problema a una
vida común y corriente,
sin limitaciones en sus
actividades diarias.