El Positivismo
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Introducción
El Positivismo
Augusto Comte
La Ley de los Tres Estados según Comte
El Carácter Social del Espíritu Positivo
El Positivismo y la Filosofía
El Sentido del Positivismo
El Positivismo y el Avance Científico del Siglo XIX
La Filosofía como modo de Saber Positivo
La Política Positiva
John Stuart Mill
Herbert Spencer
El Positivismo Científico de Mach
Las Matemáticas en el Siglo XIX
Conclusión
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
El termino positivismo fue utilizado por primera vez por el filosofo y matemático francés del
siglo XIX Auguste Comte, pero algunos de los conceptos positivistas se remontan al filosofo
británico David Hume, al filosofo francés Saint-Simon, y al filosofo alemán Immanuel Kant.
Cuando el inesperado romanticismo fija la atención de los hombres estudiosos, es un gran
espectáculo y vamos a decir que la filosofía es el régimen intelectual de todo estado,
precisamente porque es un estado que viene de otros y conduce a otros y es algo
esencialmente diverso en si misma.
La filosofía es un estado del espíritu humano socialmente considerado y es un estado
caracterizado por la vertiente que da a las ideas últimas sobre las que se halla asentado
cada estado social del espíritu. Por ello, consideramos que no es un momento más entre
cualquiera estado social, sino que es momento fundante de todos los demás.
Por eso, vamos a ver que la positividad se halla constituida por ser un carácter que afecta
las cosas en tanto que, en una u otra forma, se manifiestan.
El conocimiento de los hechos es relativo porque hace referencia intrínseca al hombre que
se enfrenta con los hechos y a su modo de enfrentarse con ellos.
EL POSITIVISMO
Doctrina iniciada por Auguste Comte (francés) en el siglo XIX.
Identifica 3 fases en la historia intelectual de la humanidad que fueron cambiando a medida
que adquiría mayores conocimientos científicos.
El positivismo es el romanticismo de la ciencia. La tendencia propia del romanticismo a
identificar lo finito con lo infinito, a considerar lo finito como revelación y realización
progresiva de lo infinito, es transferida y realizada por el positivismo en el seno de la ciencia.
Con el positivismo, la ciencia se exalta, se considera como única manifestación legítima de
lo infinito y, por ello, se llena de significación religiosa, pretendiendo suplantar a las
religiones tradicionales.
El positivismo es una parte integrante del movimiento romántico del siglo XIX. Que el
positivismo sea incapaz de fundar los valores morales y religiosos y especialmente, el
principio mismo del cual dependen, la libertad humana, es un punto de vista poémico que la
reacción antipositivista, espiritualista e idealista de la segunda mitad del siglo XIX ha hecho
prevalecer en la historiografía filosófica. Se puede también considerar justificado, en todo o
en parte, este punto de vista. Pero existe el hecho de que, en sus fundadores y en sus