No hay tiempo de más,
no hay tiempo de más
una hora es fatal
un minuto igual.
No, no me digas que no se puede,
no, no me digas que no se puede,
que no se puede volar
que no se puede volar.
No te queda un minuto más
para arrepentirte,
no, no te queda un minuto más
para arrepentirte.
Ha llegado el momento de juntar todas las fichas de este ajedrez disperso, ya no ya tiempo de más -como dice Manal- y apretar el acelerador a fondo...
A partir de hoy abriremos la agenda que nos va a llegar a la apertura de Goga.
O no.