Destino Final de los Objetos 1 | 页面 8

bebederos que había en el patio. Es probable que en nuestros intestinos juguetearan entonces una mayor cantidad de bichos de los que los que tenemos actualmente, pero no recuerdo haber asociado alguna vez una enfermedad con esa práctica.
Cuando llegué a San Francisco del Rincón hace 30 años, continué con esa costumbre hasta que las frecuentes infecciones intestinales y diarreas me hicieron ver que el agua de la llave estaba dañando mi salud, fue entonces cuando empecé a tomar agua de garrafón y más adelante en botellas de plástico de todos tamaños, cosa que me parecía sana y conveniente. Después de escribir“ El siniestro viaje de una botella de plástico al océano”( 1) mi percepción de esta práctica dejo de ser la misma. Hoy en día cada vez que veo una de esas apetecibles botellitas de agua, de la mano de una sugestiva publicidad de chicas esbeltas y vida saludable soy consciente de que, una vez que haya saciado mi sed, esa inocente botellita se integrará a los millones de millones de botellitas en todo el mundo que van a parar a las montañas de basura en los rellenos sanitarios donde se generarán lixiviados tóxicos que tarde o temprano permearán al subsuelo contaminando los acuíferos, o seguirán el siniestro viaje al océano donde se unirán a los colosales parches de basura que crecen día con día.
Adicionalmente, la creciente contaminación de ríos y mantos acuíferos ha ocasionado que millones de personas que no tienen la posibilidad de pagar esta agua cara, tomen agua contaminada de la red, provocando desde malformaciones y deficiencias en los recién nacidos hasta serias enfermedades crónicas en muchas partes del mundo y desde luego, de nuestro querido Guanajuato.
Existen varias maneras prácticas y sencillas de salir de este círculo perverso: desde luego la más económica y conveniente es la de regresar al agua pura en las redes municipales exigiendo a los Sistema, Juntas o Comités de Agua Potable que garanticen su potabilidad; consumir agua potable en garrafones retornables de 20 litros por $ 25 o $ 30 o bien recargar por $ 10 o $ 12 los garrafones de 20 litros en un despachador de
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