fue la negación que hubo, tanto por parte del gobierno como por
parte de toda la población alemana ya que, aunque era evidente lo
sucedido no se tomó ninguna acción para detenerlo. En los
gobiernos actuales de Nicaragua y Venezuela podemos ver como
esta negación sigue presente en la conducta humana pues hace
parte de la misma, ya que no solo el gobierno se niega a aceptar
sus crímenes, sino que hay mucha población nicaragüense y
venezolana que lo apoya como es el caso de los ejércitos, lo que
nos lleva a la seguridad que, si la conducta humana no es flexible
para reconocer que no se tiene la verdad absoluta, mayor es la
probabilidad de equivocarse y de repetir errores como lo fue el
suceso del Holocausto.
128