¿Qué huella queremos dejarles a las personas que vienen
detrás de nosotros, a nuestros hijos, a nuestros nietos? ¿Estamos
haciendo realmente un esfuerzo grande para hacer de este planeta
un mundo mejor, sin tanto rencor, sin tanto odio por las diferentes
personas? Se tiene que empezar a saber realmente qué motiva al
ser humano a odiar a otros, con qué propósito lo hacen y tratar de
minimizar los daños que puede provocar este sentimiento tan
grotesco. Los padres, la familia, los profesores en las escuelas
tienen que ver que se debe hacer un cambio de mentalidad a los
niños que vienen creciendo, hay que empezar a cambiar esa
mentalidad desde pequeños para que cuando esos niños sean
grandes expresen lo que ellos piensan acerca de este mal como lo
es el odio que nos asecha a todos diariamente. Puede haber más
soluciones a este problema pero se tiene que iniciar desde algún
lado y de la mejor manera de hacerlo que es desde la familia. Se
tiene que intentar cambiar la mentalidad, es mejor intentarlo y
fallar a no hacer nada y seguir viviendo de la forma en la que
seguimos. Se tiene que saber la razón negativa que uno siente,
para no demostrar odio a buenas y primeras. Hay que darle
importancia a las consecuencias que esto puede traer en diferentes
ámbitos, y si todo esto se logra aunque sea en pequeña escala ya
el mundo va a ser un poco mejor para todos los que habitamos en
él.
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