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DESPERTAR DE LA MONTAÑA, La Realidad de nuestro tiempo
La Columna
Reforma laboral
La reforma laboral fue aprobada
este 29 de abril en el Senado.
Obtuvo en lo general una
aprobación unánime: 120 votos a
favor, ninguno en contra y dos
abstenciones. En lo particular, sin
embargo, la iniciativa solo alcanzó
70 votos a favor frente a 50 en
contra.
Había prisa por aprobar, en un
periodo ordinario a punto de
concluir, ya que la reforma es
requisito político para la aprobación
del Tratado México-Estados Unidos-
Canadá.
La mayoría oficial reconoció que
había muchos pendientes en la ley,
pero afirmó que más tarde, con más
tiempo, se revisarían y corregirían
los problemas. Lo más probable, sin
embargo, es que lo que quedó en la
ley permanezca ahí durante años.
La reforma tiene aspectos
positivos. El más importante es que
ordena que los líderes sindicales
sean electos por sufragio libre y
secreto, lo que pondrá en jaque a
muchos dirigentes que se han
apropiado de los sindicatos y los
utilizan como simples mecanismos
de enriquecimiento personal.
También obliga a los líderes a
buscar el respaldo de los
trabajadores para emplazar a
huelga.
Del lado negativo está el hecho
de que no se eliminaron las reglas
que han permitido que los
sindicatos mexicanos obliguen a
las empresas y a los trabajadores a
afiliarse aunque no lo deseen. La
legislación reconoce el derecho de
asociación de los trabajadores, pero
no el de rechazo a la asociación.
Mucho se ha dicho que con esta
legislación México gozará de un
ambiente laboral similar al de
nuestros socios comerciales, como
Estados Unidos o Canadá, pero es
falso. No se ha preservado el
derecho de los trabajadores a no
afiliarse de manera obligatoria a un
sindicato, el right to work como se
llama en Estados Unidos, sino
tampoco el de no aportar recursos
a sindicatos a los que el trabajador
no quiere pertenecer.
Tampoco se ha reconocido el
derecho de las empresas a seguir
operando con el personal que así
lo desee, y a que no se bloqueen
los accesos a las instalaciones en
el caso de una huelga, como ocurre
en la Unión Americana. Tampoco se
ha dado a las autoridades la facultad
de establecer mínimos para
servicios indispensables, como se
hace en Europa.
La ley laboral mantiene el enorme
poder que tienen los líderes
mexicanos, los cuales podrán
seguir extorsionando a las
empresas.
La gran pregunta es si la nueva
legislación laboral ayudará o
perjudicará a los trabajadores. El
presidente Andrés Manuel López
Obrador ha prometido una tasa de
crecimiento económico de 4% al
año, pero esta no se cumplirá si se
multiplican las huelgas, como
sucedió en Matamoros a principios
de este año tras el aumento de los
salarios mínimos, o si los
inversionistas consideran que los
proyectos en México se han vuelto
poco rentables.
Si la fuerza de trabajo mexicana
se hace demasiado cara, no
veremos un paraíso de los
trabajadores, como piensan
algunos, sino una expansión del
desempleo y de la informalidad.
Los sindicatos pueden ser un
gran instrumento de apoyo a los
trabajadores, pero en México se han
dedicado más bien a enriquecer a
sus dirigentes. La nueva reforma
laboral está dando a los
trabajadores la posibilidad de elegir
de manera democrática a los
líderes, lo cual es positivo.
Pero la democracia no garantiza
que los sindicatos dejen de abusar
de sus agremiados ni de las
empresas. Por el contrario, puede
generar incentivos para que los
nuevos dirigentes sean más
destructivos que los actuales.
En el camino de la reconciliación y desarrollo de los pueblos, coadyuva el
presidente municipal de Tlalixtaquilla, Elpidio Marcos López Hernández,
quien junto con el Delegado de Gobernación, Jorge Rodríguez Ponce, con
el Delegado de Gobierno, Arturo Bonilla Morales y con el Delegado de
Copladeg Arnulfo Urbina Betancourt, se reunieron hace 8 días con la gente
y autoridades de la Comisaría Oriente y este jueves 2 de mayo, con la otra
parte, para conciliar en el pueblo y terminar con una división que ha vivido
la gente de ese lugar por más de 30 años; lo bueno se cuenta y se cuenta
bien, el alcalde Elpidio Marcos López Hernández, busca la unidad y
desarrollo en sus pueblos.
LECTURA
POLÍTICA
Noé Mondragón Norato
Morena y sus aspirantes
Para la elección de gobernador
de 2021, muchos de los personajes
que llegaron como senadores,
diputados federales, locales y
alcaldes postulados por el Morena
en 2018, habrán perdido el efecto
López Obrador que los llevó
fortuitamente a esas posiciones de
poder. Y hay un ingrediente
adicional: una elección por el
gobierno federal es completamente
diferente a una de gobernador.
Basta con atar los cabos.
MORENA:
¿GANAR
GUBERNATURA? - En el tablero de
la disputa por la candidatura a
gobernador en el partido de AMLO,
se formaron de manera natural
cuando menos cuatro personajes:
el delegado federal Pablo Amílcar
Sandoval Ballesteros, el ex
perredista y senador Félix Salgado
Macedonio, la alcaldesa de
Acapulco, Adela Román Ocampo y
la senadora Nestora Salgado
García. Hay que ir por partes:
1.- La pugna por la candidatura
parece haber quedado reducida a
solo dos de los cuatro actores
mencionados: Pablo Amílcar y Félix
Salgado. El primero logró la
diputación local plurinominal.
Arribó al Congreso del estado el 30
de agosto de 2018. Acumula ocho
meses percibiendo la movilidad de
sus opositores priistas y
perredistas. Ya les tomó el pulso.
Pero se ha quedado literalmente
inmóvil desde que toda la jauría
tricolor lo acusó de estar oculto tras
los abucheos contra el gobernador
Héctor Astudillo en Tlapa, el
mediodía del pasado viernes 11 de
enero. Ciertamente, Pablo Amílcar
tiene un factor a favor: no haber
manejado dineros públicos. Pero no
es suficiente para ganar una
elección de gobernador. Tendrá
forzosamente que operar en los
próximos meses, acciones políticas
espectaculares contra la actual
administración astudillista. De lo
contrario su imagen pública
decrecerá progresivamente. Félix
por su lado, aparece como un factor
político benéfico para el PRI. No es
casual que apenas hace unos días,
la Auditoria Superior del Estado
(ASE) le liberara sus cuentas
públicas de todo su periodo como
alcalde perredista de Acapulco
(2005-2008). Pero Félix nunca aclaró
de donde sacó el millonario recurso
que lo convirtió en propietario de la
franquicia La Jornada-Guerrero, un
negoció que amarró con la directora
de ese medio nacional, Carmen Lira
Saade. Como ya compitió dos veces
por el gobierno estatal -en 1993 y
1999-, en el PRI saben exactamente
de qué pie cojea el político
calentano, pues en ambas
elecciones lo aquietaron. Y sus
seguidores nunca se enteraron en
qué términos acabaron aquellas
negociaciones. 2.- La alcaldesa de
Acapulco, Adela Román no solo ha
exhibido ineficacia recurrente, sino
un autoritarismo contumaz que la
han desgastado muy rápido.
Apareció incluso, apolítica al
evaluar erróneamente, que
obtendría recursos financieros
tanto del gobierno priista de Héctor
Astudillo, como del federal de López
Obrador. Al darse cuenta de la
falsedad de su pulso, regresó la
vista acusatoriamente, contra el ex
edil perredista, Evodio Velázquez.
Lleva siete meses gobernando la
comuna más importante y más
conflictiva de la entidad, sin arrojar
resultados convincentes. Por eso
mismo, no se le ve como
competencia electoral al interior del
Morena, rumbo al 2021. La senadora
Nestora Salgado por su lado, está
copada no solo por la panista y
presidente de la asociación civil
Alto al Secuestro, Isabel Miranda
Wallace, sino por actores políticos
tricolores que la observan con cierta
animadversión por su pasado como
comandante de la Policía
Comunitaria de Olinalá afiliada a la
Coordinadora
Regional
de
Autoridades Comunitarias (CRAC).
Y todos los factores que rodearon
su encarcelamiento por esa
condición. 3.- Aunque la militancia
en el Morena observe como de mero
trámite, el paso de ese partido al
gobierno estatal en 2021, por el
hartazgo al gobierno priista de
Héctor Astudillo, hay en Guerrero
una pobreza lacerante que no ve de
ideologías partidistas, sino de
necesidades resueltas. Esas
clientelas electorales "cautivas" no
se extinguirán de aquí a dos años.
Y por ese lado estarían cavando
exitosamente todos sus opositores.
En realidad, no pueden festinar por
adelantado.
HOJEADAS
DE
PÁGINAS…Trasciende que el ex
senador perredista y luego
independiente, Armando Ríos Piter,
ha comenzado a cabildear con las
cúpulas priistas a fin de exigir el
pago político de su adhesión a la
candidatura del ex candidato
tricolor presidencial, José Antonio
Meade. Una vertiente se enfocaría
a la disputa por la candidatura a
gobernador por el PRI. Pero el reloj
político ya rebasó su hora. Armando
ha perdido tres divisas políticas
valiosas: plusvalía, credibilidad y
vigencia.