DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 66
Salvador Borrego
Antes de que se libraran grandes batallas la atención se centró en el Alcázar de
Toledo, donde el coronel José Moscardó resistía con mil hombres el sitio de doce mil
rojos que dominaban la ciudad. El jefe de los sitiadores hizo enlazar las líneas telefónicas y
le habló al coronel Moscardó: "Le exijo —manifestó— que rinda el Alcázar en un plazo de
diez minutos, y de no hacerlo así fusilaré a su hijo Luis que lo tengo aquí en mi poder...
Para que vea que es verdad, ahora se pone su hijo al aparato". El coronel Moscardó oye la
voz de su hijo, de 17 años, y le pregunta:
" ¿Qué hay, hijo?" —"Que dicen que me van a fusilar si no rindes el Alcázar"...
El coronel Moscardó le contesta: "Pues encomienda tu alma a Dios, da un grito de
¡Viva España! y muere como un patriota"... "Un beso muy fuerte, papá"... exclama Luís. El
jefe comunista vuelve a tomar el aparato y el coronel Moscardó le dice: "Puede ahorrarse
él plazo que me ha dado, puesto que el Alcázar no se rendirá jamás".
Poco después Luis era fusilado en un suburbio de Toledo, casi a la vista del Alcázar
donde su padre seguía combatiendo.
Después de dos meses y seis días de sitio, el Alcázar convertido parcialmente en
ruinas fue liberado con la llegada de las tropas franquistas del general Várela y se convirtió
en un símbolo de la contienda que iba a costar cerca de un millón de vidas.
Como el movimiento nacionalista español se oponía a la "Revolución Mundial" todos
los gobiernos masónicos se apresuraron a condenarlo» En Estados Unidos se formó el
"Comité de Norteamérica para la Ayuda a la Democracia Española", encabezado por el
rabino Louis Mann y por el famoso judío Albert Einstein. Luego la Conferencia Central
de Rabinos de Estados Unidos se reunió el 30 de mayo (1937) en Colombo, Ohio, y
declaró: "Esta Conferencia expresa su vigorosa condenación de los insurgentes españoles".
A la vez el rabino Stephen Wise abogaba públicamente por los comunistas españoles y el
judío americano Herbert L. Matthews, del "New York Times", se trasladó a España para
cablegrafiar crónicas favorables a los rojos (como lo hizo 20 años después a favor de los
comunistas en Cuba).
La central obrera americana C.I.O., dirigida por los líderes judíos Hillman, Gold y
Dubinski, promovió la formación de la brigada "Abraham Lincoln", que llevó 3,200
hombres a pelear por el comunismo en España, incluso al hijo del rabino Levinger. En el
bando marxista español figuraban como delegados de Moscú los judíos Neuman y
Margarita Nelken, y la asociación Hispano-Hebraica lanzó una proclama pidiendo que en
cada país y en cada ciudad se creara "un comité de ayuda al pueblo republicano español
que lucha por la fraternidad universal". Muchos liberales españoles quedaron ubicados en
el bando de los rojos, aunque propiamente no eran comunistas.
La URSS enviaba armas, peritos y "brigadas internacionales" a España. Por su parte,
Mussolini envió un ejército a ayudar a los nacionalistas, en tanto que Hitler anunciaba en
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