DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 616
Salvador Borrego
guerra hubiera estallado entonces, el mundo habría creído que combatía al marxismo,
siendo que luchaba por él.
HUNGRÍA.—El 23 de octubre de 1956, aprovechando que se había permitido un
mitin para execrar la memoria de Stalin, el pueblo húngaro se rebeló contra la subyugación
soviética. Tropas húngaras deficientemente "comunizadas" se pusieron de parte del pueblo y
juntos se lanzaron contra la AVO (policía secreta bolchevique integrada en un 95% por
judíos, de los 155,000 que habitaban en Hungría). Las deserciones de soldados rusos
cundieron luego en las 17 divisiones soviéticas ocupantes del país y todo el régimen
bolchevique rodó por el suelo sangrientamente. El júbilo de los húngaros era indescriptible.
Las diezmadas fuerzas comunistas se retiraron de la capital, Budapest, en espera de
refuerzos.
Hungría formó nuevo gobierno y pidió ayuda a Occidente. Concretamente se dirigió al
Presidente Eisenhower y al Secretario de Estado Foster Dulles, quienes desde 1952 (en sus
alocuciones anticomunistas) habían prometido apoyo a los países sojuzgados que se levan-
taran contra el bolchevismo. Y allí estaba ya una nación que a costa de espantosas pérdidas
acababa de conquistar su libertad y que pedía apoyo para conservarla. Pero no lo recibió.
Por el contrario, el Departamento de Estado americano dio manos libres a la URSS al
comunicarle a "Tito" el 2 de noviembre: "El Gobierno de los EE.UU no ve con simpatía a
los gobiernos que tienen frontera con la URSS y que no son amistosos con ésta".
Mediante esa garantía la URSS envió 20 divisiones más integradas por mogoles
autómatas y despiadados, que irrumpieron en Hungría con seis mil tanques y que
machacaron a la población hasta abrumarla en sangre y terror. El marxismo fue
restablecido a sangre y fuego y a continuación siguió un implacable castigo de los
anticomunistas; hasta jóvenes de 15 años fueron llevados a la URSS para su "reeducación".
Todavía el 10 de noviembre, 18 días después de iniciado el levantamiento, el pueblo
húngaro presentaba resistencia y clamaba por radio: "Ayudadnos. S. O. S. Pueblos de
Europa: os hemos defendido durante siglos contra los asaltos de la barbarie asiática. Oíd
ahora nuestras campanas que tocan alarma... ¡Pueblos del mundo: en nombre de la justicia
y de la libertad, ayudadnos! La nave se hunde, la luz se apaga, las sombras se adueñan, hora
por hora, minuto por minuto, de la tierra húngara. ¡Escuchad nuestro grito!
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Naturalmente, en la ONU hubo infructuosos discursos anticomunistas y nada se hizo
por Hungría. Esa agrupación judaica encubre con mantos democráticos toda "liberación" 'de
colonias que le reste fuerza a Occidente, pero jamás acude en auxilio de los países escla-
vizados por el Kremlin. Todos estos traidores de Occidente no aman la libertad de los
débiles, sino la oportunidad de cederlos .al avance comunista.
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El Asesinato de Hungría.—Attila Fekete.
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