DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 549
DERROTA MUNDIAL
no pudieron acabar con todos, se les autorizó para seguir haciéndolo al día siguiente. Esos
dos días de matanzas son anualmente recordados por los judíos, como fiesta del Purim.
Los niños israelitas hacen estas declaraciones en coro: "¡Maldito Aman!, bendito
Mardoqueo. Maldita Zares, esposa de Aman; bendita Ester —la reina judía—. ¡Malditos
idólatras! Bendito Harbona, que ahorcó a Amán").
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Lo anterior explica el grito de Streicher. Cuando el eco de su voz se apagó, un coronel
aliado dijo a un guardián: "¡Pregunte su nombre a este individuo!"
—¡Usted sabe bien mi nombre! —replicó Streicher. El coronel insistió y Streicher volvió
a gritar: "¡Julius Streicher!" Luego subió los escalones de la horca y dirigiéndose al verdugo
le dijo: "Los bolcheviques lo
colgarán a usted algún día".
Ya con la soga al cuello agregó:
"Y ahora todo queda en manos de
Dios". Y en tanto que era ajustado
el capuchón, se escuchó a Streicher
musitar estas palabras: "Adela, mi
esposa amada"...
Y así fueron siendo ahorcados
Ernesto
Kaltenbrunner,
Fritz
Sauckel, Hans Frank, Arthur Seyss
Inquart, Wilhelm Frick, y por
Julius Streicher, editor del periódico “Der
último Alfred Rosemberg, que
Stuermer”. Atacó duramente al movimiento
cuando se le preguntó en el cadalso
político judío. Se le declaro culpable de “crímenes
si tenía algo que decir, repuso:
contra la humanidad”. Ante la horaca, gritó
"¡No!" Previamente había declarado:
estentóreamente; “¡Heil Hitler!”
"Mi lucha por la idea más noble
que jamás nadie luchara, levantando una bandera para más de cien años, no constituye un
crimen".
Los once cadáveres y las diez sogas del patíbulo fueron conducidos secretamente a un
sitio desconocido, donde se les incineró; y después, también como un secreto de Estado,
las cenizas fueron tal vez arrojadas al Atlántico o al río Isar, cerca de Munich.
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Enciclopedia Espasa.
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