Hoy estamos reunidos; mis abuelos, mi papa y yo.
Dali: Ya que estamos sentados aquí en el comedor , quiero que hablemos sobre los derechos humanos. El que quiera tomar la palabra bien puede hacerlo.
Dice mi Papa: a veces mi papá era muy pasado cuando me castigaba.
Dice mi Abuelo: yo nunca le castigue sin justa razón
Abuela: bueno eso sí, para que mentir.
Papa: pero me golpeaba por las cosas más mínimas como tomarme una de sus gaseosas o brincar.
Abuelo: mentiroso, ustedes son más exagerados.
Abuela: bueno, pero no se me alebreste que aquí solo estamos charlando.
Dali: perdón la interrupción, pero ustedes creen que de lo que están hablando, en algún momento se violó alguno de los derechos humanos.
Papa: buena pregunta.
Abuelo: NO SE ME VAYAN POR LA TANGENTE.
Abuela: le dije que no grite que estamos en presencia del niño.
Dali: abuela no se preocupe yo no quiero violar uno de los derechos humanos como es la libertad de expresión.
Papa: bueno en fin dali, la verdad yo si creo que hemos violado algunos de los derechos humanos.
Abuelo: que violado ni que %$#/%&/.
Abuela: Dios mío que grosería deberías disculparte, noooo.
Dali: abuela, no te enojes ya verás que podemos llegar a un acuerdo en vez de utilizar la violencia.
Papa: tienes razón hijo, por qué tenemos que pelear por cosas del pasado, por qué no simplemente hacemos las paces?
Abuelo: Me parece bien.
Abuela: gracias a Dios por fin hacen las paces.
Dali: también tenemos que hablar sobre los derechos humanos para que se informen ustedes y no los vuelvan a transgredir.
Abuelo. Me gusta tu idea dali
Abuela: pongámosla en acción.
Papa: yo te apoyo hijo.
Dali: si ven que si se pueden arreglar las situaciones con dialogo, si peleas y sin derramar sangre.