Nota del editor
La libertad de expresión no es más que el elemento principal sobre el que se basa la democracia, sin ella nunca se podrían alcanzar ningún tipo de nivel democrático, en todos los regímenes totalitarios la libertad de expresión es la primera víctima y el claro aviso de que la democracia ha muerto.
O dicho de otra forma, el alma o espíritu de la democracia recae sobre la libertad de expresión, cualquier tipo de ataque a ella, socaba los cimientos de la democracia.