través de nuestro sistema nervioso los seres humanos experimentamos una serie de actividades sorprendentes, no transparentes al ojo público, responsables de acciones involuntarias tan simples como un movimiento reactivo o tan compleja como ser el autor de los poemas, pinturas, canciones o inventos más grandes de la historia, ya que nuestro comportamiento, pensamiento, emociones y sentimientos se deriva del funcionamiento de este complejo sistema presente en cada uno de nosotros.
En décadas anteriores a nuestro tiempo surgió una ciencia que ayuda a estudiar nuestro sistema nervioso, denominado como Neuro-ciencia, la cual Beiras en 1998 afirma que “referencia a campos científicos y áreas de conocimiento diversas, que, bajo distintas perspectivas de enfoque, abordan los niveles de conocimiento vigentes sobre el sistema nervioso”, es decir se estudia el sistema nervioso apoyado en los enfoques de múltiples ciencias como la farmacología, biología, física, química, matemática e incluso las ciencias sociales.
Dentro del pensamiento, emociones y sentimientos se encuentra la toma de decisiones que contiene un poco de cada uno de los aspectos anteriormente mencionados, sin embargo existen muchas corrientes de pensamiento respecto al proceso que se da en el interior de cada individuo al tomar una decisión, en la mayoría de ellas se recurre a un aspecto de racionalidad presente en los seres humanos, sin embargo apoyado en estudios aplicados de Neurociencia el autor Patrick Renvoise nos dice que “somos seres dolientes, miedosos y egoístas, que a veces piensan para excusar con ideologías lo que hacen por instinto”
lo cual es una afirmación un tanto cruda para una especie que se aparta de las demás por su raciocinio y ahora se presenta en el mismo nivel que todos los demás mamíferos que actúan por instinto desde su cerebro reptil descartando el uso del sistema límbico y la corteza cerebral, para este autor “el instinto decide, la razón excusa” es decir decidimos con nuestro instinto primero y luego queda la tarea para la corteza cerebral de elaborar la fantasía de haber decidido la mejor opción a través de nuestra consciencia, es por ello que al consultar a un grupo de personas públicamente acerca de su opinión los individuos responderán gestualmente una opción y verbalmente la otra, siendo el verbo la explicación de una decisión que la mayoría cree que los hará lucir mejor ante el grupo y la expresión corporal da lectura clara a la respuesta que el individuo realmente considera la mejor opción, así como también al consultar a personas con adicción al tabaco sobre sus razones para fumar, la mayoría responderá que lo hace por hacer uso de su libertad, porque le gusta, por presión de grupo, etc mientras que no hablan de la adicción que causa la nicotina ni la dependencia que han generado a esta sustancia.
evolución y para muestra vale solo observar nuestras vidas, nuestras decisiones cotidianas en donde decidimos en base a prioridades, pues la filantropía es un claro ejemplo en donde una persona hambrienta es capaz de ofrecer un trozo de pan a otra persona en las mismas o en peores circunstancias sin tener vinculo sanguíneo de por medio, entonces ¿Existe nuestra evolución? ¿Decidimos en base a prioridades? ¿Alternamos los integrantes del sistema triuno en la toma de decisiones? Pues quedaran estas interrogantes para cuestionar internamente el grado de evolución que realmente tenemos en pleno siglo XXI.
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NEURO CIENCIA NEURO LINGÜISTICA
Ing. Lolia Apaclia
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